viernes, 22 de marzo de 2013

Echamos a volar

Mezquita Hassan II, Casablanca, Marruecos
Hoy doy un paso mas en este proyecto que me tiene ilusionado a mi y mucho mas ilusionada a mi mujer, Angélica, que me anima, me ayuda y me empuja mas que nadie, incluso mas que yo mismo. Así que puedo hablar en plural: “hoy echamos a volar”.

Hoy abrimos nuestra página en Facebook que será el primer escaparate ante el público, donde iremos actualizando muestras de nuestro trabajo. No todo lo vamos a hacer hoy, pero sí es un día muy importante porque aunque algunos amigos y la familia mas cercana conocen este nuevo camino, para la mayoría va a ser una sorpresa.

Podéis buscarnos en Facebook simplemente como “Atipic Foto”.

domingo, 10 de marzo de 2013

Al principio del camino

Mae Fah Luang, Tailandia.




Según la R.A.E., un blog (no hace todavía un año que aceptó este vocablo) es un Sitio web que incluye, a modo de diario personal de su autor o autores, contenidos de su interés, actualizados con frecuencia y a menudo comentados por los lectores, y este es mi blog, mi diario, que arranca hoy 10 de marzo de 2013.

Es el diario de un nuevo camino que en realidad ya arrancó hace tiempo, aunque es difícil precisar cuando, pues hay caminos que no sabes cuando has empezado, solo que un día miras a tu alrededor y ya te ves en él. Este camino es el camino de una afición, o una profesión, o de una afición que se convierte en profesión, o eso espero. Esta afición es la fotografía, y la profesión la de fotógrafo.

Hasta aquí he llegado porque un día con nueve o diez años convencí a mis padres de que me regalaran una cámara de fotos. Era una compacta de 35mm que les costó casi 5.000 pesetas, todo un regalo para un niño hace 20 años. Esa cámara inmortalizó mis recuerdos hasta la llegada de las cámaras digitales, que supusieron un verdadero cambio para todos los fotógrafos que no éramos fotógrafos en realidad.

Mi primera digital fue una Casio compacta con 3.2 megapíxeles, automática pero con varios ajustes predeterminados que me descubrió la posibilidad de hacer fotos nocturnas y la obligación de comprar un pequeño trípode. De ahí a la pasión por la fotografía me llevaron los viajes y la necesidad de plasmar en una foto todo eso que tiene la vida real y que no se consigue simplemente pulsando el obturador, sino que requiere de una forma especial de ver la escena, de colocarte y encuadrar, y que vas aprendiendo con la práctica. 

El cambio a una cámara réflex abrió un mundo de posibilidades ante mi, pues poder manipular todas las variables que intervienen en una foto me permitió plasmar la realidad tal y como la veía yo, o como quería verla. Fui pasando de enseñar aburridas fotos de recuerdo a mostrar pequeños tesoros personales, que causaban en mis espectadores (solo algunos amigos y familiares) emociones similares a las mías. Cuando alguien pide ver las últimas fotos que has hecho en vez de tener que obligarle a verlas, te das cuenta de que algo está cambiando, y ese algo se convierte cada vez mas en pasión. Cuando alguien te pide una foto para colgarla en su casa, o te pide que le hagas un reportaje personal, te anima a aprender, a seguir esforzándote y a seguir practicando. Y cuanto mas aprendes mas te das cuenta de lo poco que sabías antes y de lo mucho que te queda por descubrir.

Y aquí estoy, en un punto indeterminado del camino que voy a tomar como mi principio. Porque he decidido, animado por las personas que me quieren que no solo voy a fotografiar mi mundo, sino también el mundo de todo aquel que esté dispuesto a mostrarme.