Estar a miles de kilómetros de Badajoz, en Bruselas, pedir un café y que te pongan Delta, es como encontrarte de golpe en casa. El café tiene eso que tienen algunas cosas, cuyos sabores y olores te hacen recordar otros lugares y otros momentos, y sin duda éste será uno de esos momentos que recordaré para siempre de mi visita a Bruselas, por simple que parezca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario