lunes, 30 de junio de 2014

Más calor que nunca 07/06/14

Llega un verano más que acompañaremos de los mismos comentarios de todos los veranos. "Este año hace más calor que nunca", "no hay quién salga a la calle", "no recuerdo haber pasado tanto calor acostado como esta noche", etc. Lo malo no es que lo digamos nosotros, que solemos tener la memoria corta para estas cosas y nos parece que lo último que nos pasa es lo peor, lo mejor, lo más grande o lo más cansado que nos ha pasado nunca, si no que en los telediarios se preocupan de ayudarnos a seguir creyéndolo. Cuando hay una ola de calor y se registra una temperatura máxima en un pueblo, cada canal de televisión saca a su meteorólogo diciendo que hacía cincuenta años que no superaba tal temperatura en dicho pueblo, y para contrastar la información de las estadísticas registradas manda a un periodista a investigar al lugar del crimen en busca de una voz autorizada: el jubilado que pasa las horas bajo los árboles de la plaza del pueblo. Éste, con las cámaras delante siempre es tajante: "en mi vida había pasado tanto calor". Con lo que el enviado especial mira a la cámara diciendo: "totalmente confirmado, devolvemos la conexión". Pero es que si dentro de una semana le vuelven a preguntar al jubilado, o me preguntan a mi, vamos a decir lo mismo, que la noche anterior ha sido la de más calor de nuestras vidas. Cuando lleguen las lluvias las noticias serán: "el otoño más lluvioso del lustro", o "el otoño más seco de la década", cuando llegue el invierno, lo mayores fríos y las mayores nevadas. Cuando llegue agosto serán los récords de desplazamientos y de sombrillas por metro cuadrado de playa, y con septiembre las depresiones postvacacionales y la vuelta al colegio. Siempre lo más y siempre lo mismo.

La foto me la manda mi hermana Cristina, que me confirma que en Badajoz ha pasado el día más caluroso de su vida, y yo me atrevería a decir que nunca volveremos a pasar tanto calor, al menos hasta el mes que viene. Totalmente confirmado, devolvemos la conexión.

sábado, 28 de junio de 2014

Listos de verdad 06/06/14

Hay días que me gusta inventar lo que escribo y hay días que me gusta quejarme. A veces me quejo varios días seguidos y parecerá que me he enfadado con el mundo, pero es casualidad. Es más, creo que los días que me invento historias lo hago por no quejarme tanto y porque prefiero mirar hacia la ficción, porque la realidad es demasiado cabreante y las historias inventadas me sacan una sonrisa mientras las escribo. Pero hoy voy a quejarme, como ayer. Hoy voy a quejarme de los listos,  que son listos y creen que los demás somos tontos. De los listos que en la cola del supermercado te piden pasar porque llevan sólo tres cosas, y tu llevas cinco; de los listos que se saltan la cola en las tiendas con la excusa de "sólo voy a preguntar si tienen una cosa, por no esperar si no la tienen", y cuando les dicen que sí, la quieren pedir y pagar; de los listos que con su inteligencia suprema saben que el semáforo se pone en verde después de estar rojo, cuando el resto tenemos que esperar a comprobarlo, porque somos tontos y no lo sabemos, y se adelantan antes de que pase a verde; de los otros listos que saben que en los cruces pasan unos segundos desde que se pone rojo para ellos hasta que para los que cruzan se ponga en verde, y apuran pasando durante esos segundos en rojo y confiando en que los que cruzan no sean listos. Eso hasta que el listo que se adelanta se encuentra con otro listo que apura, y dejan el suelo lleno de cristales rotos mientras discuten con los coches en el medio, porque piensan que no puede haber otro igual de listo que ellos, y el otro debe ser un tonto que no se entera. Lo vi no hace mucho en primera fila. Y luego están los listos que ocupan los aparcamientos libres de los garajes, porque saben que sus dueños no viven allí, y no pagan comunidad, ni alquiler ni nada; igual que los listos que aparcan delante de los vados porque piensan que los diez minutos que ellos tardan en encontrar un aparcamiento libre valen las que los diez minutos que tienen que esperar los que usen el vado. Hoy estoy cansado de listos, y no necesito inventarme nada para hablar de ellos. 

Qué gran esfuerzo 05/06/14

Ya me quejé de que muchas veces no nos ponen fácil reciclar, pero es que algunos ni aunque les lleven el contenedor a la puerta. ¿Tanto cuesta doblar una caja para que quepa por la abertura? ¿Tanto abrir una bolsa de periódicos para verterla en un contenedor vacío? Algunos está claro que no quieren reciclar cuando prefieren dejar la calle como un basurero antes que doblar un cartón. 

viernes, 27 de junio de 2014

Ríete joé 03/06/14

Nos hacen falta risas, dar los buenos días, decir hola al llegar y adiós al irnos, pedir las cosas por favor, atender con una sonrisa, devolver otra, responder con algo más que un "no se" y dar las gracias. Sonreír cuando nos miran a los ojos sin pensar que qué estarán mirando y pedir perdón cuando nos chocamos con alguien. Nos hacen falta risas y no está mal que nos lo recuerden de vez en cuando. "¡Ríete joé!". 

Sorpresas 04/06/14

En medio de un barrio construido en los setenta, sin apenas parques, con edificios altos y calles estrechas ocupadas por coches rodando o en doble fila, sin árboles, con ruido de motores y olor a tubo de escape, en el que todo parece asfalto y hormigón, de pronto, en el medio de todo, un patio con árboles en el que estar tranquilo. A veces encontramos sorpresas donde menos las esperamos. A veces alguien encuentra un hueco en el que construir un pequeño paraíso en el que olvidarse de lo que hay fuera. 

P. D.: La foto es una composición de varias hecha de forma automática por el teléfono, por eso aparecen sombras y uniones raras. 

Prohibido pagar 02/06/14

Prohibido esto, prohibido lo otro. Tenemos tantas cosas prohibidas que a muchas no les hacemos ni caso, así que se preocupan en recordárnoslas. Entrar en un supermercado y encontrar tantos carteles de prohibido asusta un poco, porque uno piensa que seguro que va a hacer algo mal antes de salir, así que lo suyo es revisar bien los carteles para que nada se nos olvide. ¡Vaya! Lo único que no está prohibido aquí es pagar, para eso si te dan facilidades...


El charco 01/06/14

El charco se resiste a irse. La tormenta que trajo las nubes que soltaron la lluvia que dejó el charco fue rápida y ya está lejos, pero el charco se mantiene, aunque ya sólo refleje un cielo azul casi sin nubes y unos edificios que relucen al sol. El charco llegó para quedarse en medio del paso de los vecinos, para que todos recuerden la escasa lluvia que cae en junio, la echen de menos o la echen de más en unos días en los que muchos ya no querrán saber nada de agua que esté fuera de la piscina. El charco se irá evaporando poco a poco, sin prisas, para que el día que falte nadie se acuerde de su presencia, igual que nadie se acuerda del primer día que dejó el abrigo en casa. El verano está a la vuelta de la esquina y los últimos charcos se resisten a irse, porque saben que no volverán en mucho tiempo.

miércoles, 25 de junio de 2014

Campanas de boda 31/05/14

Suenan campanas de boda y no es una forma de hablar. Se oyen campanas y sí sabemos dónde, aunque poca gente hace caso a su tañido por muy cerca que lo tengan. Suenan campanas que nadie escucha y que anuncian calor y cansancio, pero al calor y al cansancio se le hace igual caso que a las campanas, porque las risas y los abrazos suenan con más fuerza, haya sombra o sol. Se oyen la música y los flashes de las cámaras, y se escuchan los corazones latir con fuerza al coger el último aliento y lanzar el último suspiro. Suenan los pasos que llegan con calma nerviosa al altar, los ojos llorar entre sonrisas, los recuerdos retumbar entre deseos y las palabras temblar entre los dientes. Se escuchan los aplausos, el chocar de las copas, las lágrimas correr por las mejillas, las fotos, las carreras para saludar y agradecer y hasta las arrugas aparecer en las camisas. Suena la alegría. Una alegría que no necesita anunciarse con campanas, pero que hoy se escucha entre campanas de boda.

viernes, 20 de junio de 2014

"To pa ná" 29/05/14

Vestido de ochenta euros, pamela de veinte, pulsera de quince, reloj de noventa, bolso de treinta, medias de diez y zapatos de tacón de treinta y cinco. Treinta más de peluquería y maquillaje, y a la calle camino de la boda con pinta de querer salir en el HOLA. Quince minutos de camino hasta la iglesia, ceremonia de cuarenta y cinco y diez de espera a los novios en la puerta son suficientes para decir "hasta aquí hemos llegado", quitarse los zapatos y descalza enganchar las medias con la acera. Con una carrera hasta la pantorrilla y los zapatos en la mano contraria al bolso, echa cuentas y comprueba que estuvo más tiempo buscando los zapatos de tacón que con ellos puestos. Total, "to pa ná".

Se alquila parcela 28/05/14

¿Quién va a querer alquilar una parcela? Si en una parcela no hay nada, está el suelo solo y todo lo que necesites construir lo vas a tener que construir tu. ¿Y lo que yo construya se lo queda luego el propietario del suelo? Pues vaya negocio, será mejor comprar. Bueno, pues depende para qué, porque si lo que piensas es comprar una parcela para construir una casa en la que vivir muchos años, no vas a alquilar el suelo, porque vivir allí no te va a aportar más que gastos y el día que se termine el alquiler el propietario se queda con su suelo y lo que haya construido encima, eso si no te obliga a tirar lo que esté construido porque no le interese. Pero muchos negocios se construyen sobre suelos alquilados, ante sorpresa de muchos, entre ellos casi todas los grandes supermercados y grandes cadenas de venta de muebles o electrodomésticos, porque a ellos sí les sale rentable. Alquilan un suelo por quince o veinte años, construyen algo un poco mejor que una nave industrial y al día siguiente están ganando dinero vendiendo lo que sea, con lo que pagan el alquiler como parte de sus costes. Cuando se han cumplido los veinte años la empresa valora si siguen estando situados en un lugar estratégico, porque en veinte años pueden cambiar muchas cosas, y deciden si se quedan otros veinte o se van a otra parte de la ciudad más atractiva. ¿Y qué pasa si salen las cosas mal y a los cinco años tienen que cerrar? Pues seguramente ya hayan rentabilizado la construcción, y si no lo han hecho habrían perdido más aun por haber comprado teniendo que asumir el valor del suelo como un coste, y encima ahora tendrían que venderlo, expuestos a que el mercado haya subido o no, porque si no es un lugar atractivo para ellos, raramente lo será para nadie.

Otro de los motivos es que los grandes supermercados suelen tener ventajas fiscales por situarse en Peraleda de los Montes de Arriba en vez de en Peraleda de los Montes de Abajo, porque los de Arriba y los de Abajo se suelen pelear para que el supermercado se instale en su territorio, y estando de alquiler es más fácil salir corriendo de Arriba a Abajo detrás de las ventajas económicas. En este caso, el de un solar dónde no hay nada, de dónde no hay nada, sí se puede sacar.

martes, 17 de junio de 2014

En los huesos 27/05/14

Lo vieron anunciado en televisión y a todos les pareció una buena idea. Una mezcla entre un puzle y un juego de anatomía que a los hijos pareció divertido y a los padres educativo, repartido en entregas semanales durante un año. En fascículos, como se suele decir, acompañando una pequeña enciclopedia dividida en capítulos. El primero de ellos anunciado a un euro y los dos siguientes a poco más. El resto anunciado en una letra tan pequeña y pasando tan rápido por la parte baja de la pantalla que nadie se paró a leer, absortos por los llamativos colores de los diferentes órganos del cuerpo humano. Los padres vieron una forma barata de conseguir un producto interesante, con el que sus hijos se divertirían aprendiendo, y sólo lo dudaron durante la hora y media siguiente, que sus hijos llenaron de pesadas súplicas. Si les gusta tanto como para dejar de ver el Canal Disney durante hora y media, merecerá la pena.

Al día siguiente estaban todos en el quiosco para recoger el primer fascículo y al rato tenían en casa el cráneo completo. Huesos, ojos y cerebro. Cada semana una visita al quiosco, cada semana el puzle mejor formado, cada siete días aprenderían algo más de cómo estamos hechos por dentro, ahí dónde todo el mundo dice que hay que buscar la belleza. 

Pasaron dos meses y Martín, que era el nombre que pusieron al esqueleto, estaba arrinconado detrás de una puerta. Los niños se habían cansado de esperar toda una semana para poder componer algunas piezas más, y todo un año para tener un juguete terminado. No resulta divertido poner y quitar más una mandíbula cuando lo has hecho ya diez veces. A los cuatro meses fueron los padres los que se aburrieron de pagar semanalmente una cuota tan diferente a la inicial por un juguete que no parecía estar terminado nunca. Dejaron de ir al quiosco con la menor excusa, que fue la semana que pasaron de vacaciones fuera. El quiosquero les había dicho que él les guardaría el paquete una semana, pero ellos prefirieron hacer oídos sordos, y al lunes siguiente les resultó más fácil dejar a Martín a medias, porque ya habían perdido la opción de ponerle el brazo derecho. Todos descansaron. Menos Martín, que se quedó en los huesos.

lunes, 16 de junio de 2014

800 pesetas 26/05/14

Con la llegada del Euro nos saturaron con una campaña que nos advertía de tener cuidado con el redondeo. Nos explicaban una y otra vez el redondeo de céntimos para que aprendiéramos a mirar por el céntimo igual que antes mirábamos por la peseta, pero lo que nos encontramos en poco tiempo fue un redondeo más gordo y muchas cosas pasaron de costar cien pesetas a un euro. De nada vale hacer una campaña así entre los que pagan y no tienen más remedio que seguir pagando lo que les pidan.

Ya hace doce años desde que empezamos a pagar todo en euros, o visto de otra forma, sólo hace doce años, porque visto como han cambiado los precios en este tiempo bien podía haber pasado medio siglo. Cuando uno encuentra referencias de precios en pesetas de antes del cambio de moneda, se puede sorprender porque no hayan traducido los precios y sobre todo si no los han cambiado. Un menú a ochocientas pesetas supone un menú a cuatro euros con ochenta y un céntimos, cuando ahora es difícil encontrar un menú del día por menos del doble de eso. Todo se ha encarecido en este tiempo, y muchas cosas han duplicado su precio, pero los sueldos no son el doble de hace doce años, y casi podríamos decir que el paso por esta crisis los ha podido llevar de vuelta a dos mil uno o más allá. 

El cartel de un restaurante con los precios en pesetas no da mucha confianza, y puede pasar que tuviera que cerrar hace mucho tiempo o que acopiaran comida hace doce años y la hayan ido sacando del congelador poco a poco, algo que da menos confianza que encontrarlo cerrado. A lo mejor es sólo una forma de hacer publicidad, para que la gente diga: "Vamos a comer al del cartel de las ochocientas pesetas".

P.D.: La foto me la envía mi hermano, que después de comer allí me dice que lo mismo la comida llevaba hecha desde dos mil uno.

jueves, 12 de junio de 2014

Fútbol y banderas (II) 24/05/14

Ayer empecé hablando de fútbol y hoy voy a seguir, aunque no de fútbol directamente, si no de lo que implica estos días. No es sobre cualquier fútbol, es sobre la Copa Mundial de Fútbol, que es dónde se juntan los mejores jugadores del mundo defendiendo a sus países, sólo cada cuatro años y sólo durante un mes. Lo de defender a su país hay gente que no lo ve claro, porque hay gente que no está orgulloso de ser del suyo y preferiría ser de otro. Ser de un país no se elige, es como ser de la familia que somos, que ambas cosas nos tocan sin poder decidir, y que haya cosas malas y personas indeseables en nuestra familia no quita que sigamos queriendo al resto, así que lo mismo pienso de mi país. Soy español porque me ha tocado serlo y estoy muy orgulloso de que así sea, así que estaré orgulloso de lo que hagan los jugadores que me representan, siempre que sea digno. Esto no significa que sea un facha, y no creo que simplemente por ser español sea mejor que nadie, pero en España hemos dejado que ciertos grupos se apoderen de los símbolos de todos, hemos dejado que sólo los muy nacionalistas usen nuestra bandera, una bandera que nos representa a todos. Yo lo veo como si en Semana Santa diera vergüenza salir con capirotes blancos sólo porque el Ku Klux Klan los use. Que alguien use un símbolo con un mal fin no invalida el símbolo. Los nazis usan la esvástica desde 1920, pero copiando un símbolo hindú con algunos miles de años de antigüedad.

Yo soy español como podría ser checo, y si fuera checo también estaría orgulloso de serlo. Volviendo al ejemplo de la familia, ser de una familia no significa creer que somos mejores que el resto de familias ni tener que odiarlas, así que ser de un país no tiene que significar odiar a los de otros. Igual que nos afecta más una desgracia en nuestro pueblo que una en un pueblo de china, igual que nos hace ilusión ver a alguien de nuestra región en un lugar a miles de kilómetros, igual que nos sentimos más unidos a nuestro barrio que a otro que está cruzando la ciudad, ser de un país es simplemente tener más cosas en común con un paisano que con los demás por haber compartido historia, cultura, lengua y tradición, pero ya está, nada de odios ni rencores hacia nadie, y el que tenga odios y rencores hacia los nacidos en otros lugares, será un indeseable además de un insensato, porque si conociera un poco nuestra historia vería que pocas cosas son fijas, y los españoles estamos fabricados con la mezcla de gentes llegadas de todas partes, y será cada vez más así. Yo soy de los que piensan que en este mundo debemos estar cada vez más unidos, que las barreras entre las naciones serán o deberán ser cada vez menores, y que está bien que así sea, porque creo que la colaboración siempre es mejor que el enfrentamiento, aunque sea muy fácil decirlo y muy difícil conseguirlo. El enfrentamiento lo dejamos para el deporte como en este caso el fútbol y la Copa del Mundo, donde que no es malo competir por ganar y al día siguiente seguir todos como amigos. ¿Cómo es compatible estar orgulloso de ser español y a la vez esperar un mundo en el que las nacionalidades tengan cada vez menos peso? Pues porque se pueden mantener la cultura y la identidad sin necesidad de estar encerrados tras nuestras fronteras, y porque seremos mejores cruzando las fronteras de los demás y aprendiendo de ellos.

¿Estar orgulloso de ser español y alegrarse cuando gana la selección significa aceptar que todo va bien? No. Yo estoy orgulloso de serlo pero soy muy crítico con mi país porque veo que la educación y la sanidad públicas están cada vez peor, por ejemplo, o que la corrupción aparece allá dónde mires. Salir con la camiseta o la bandera de España no significa estar orgulloso de todo lo que pasa en España, significa estar orgulloso de una parte y luchar por cambiar lo que está mal. Y no hablo de fútbol, hablo de la parte que trabaja y se esfuerza, de la que se levanta temprano y se acuesta tarde, de la que va por el mundo vendiendo nuestros productos o nuestro trabajo. Aquí el fútbol es un símbolo como lo es la bandera.

Una bandera es un trapo, pero que sirve para identificar a todos los que son iguales en algo, y estos días algunos españoles van a llevar un trapo que nos identifica a todos y que esperemos ondee muy alto hasta el próximo trece de julio. Pero una bandera no puede significar exclusión y sólo debería ser correcto usarla en contra de los que tienen una bandera distinta en términos deportivos. El fútbol no es lo más importante para un país, ni lo segundo, ni lo tercero, ni lo cuarto, ni ... ¡qué se yo!. Pero el fútbol da alegría a la gente, y todo lo que sea alegría, bien venido sea.


martes, 10 de junio de 2014

Fútbol y banderas (I) 23/05/14

Se acerca el Mundial de Fútbol para alegría de los futboleros que lo esperamos ansiosos cada cuatro años y para desesperación de los que no lo son, que verán la televisión llena de noticias del Mundial durante un mes, si es que España llega hasta el final. Entiendo que al que no le guste este deporte, tantas noticias sobre él le termine cargando, porque a mí me gusta mucho y no soporto la sección de deportes, o mejor dicho fútbol, de ningún telediario. Son tan pesadas que no las veo nunca, así que, en esta época en la que es tan fácil ver una película por internet o en el cine, les recomiendo que se dediquen a buscar una alternativa antes que cabrearse viendo la televisión. En realidad, lo importante aquí son los partidos, que si todo va perfecto serán siete para España, y si todo va de pena, sólo tres, con lo que quedaremos pronto deseando que llegue el próximo Mundial. A la mayoría de los aficionados nos gusta ver los partidos, y nos importa poco si un futbolista ha tenido que beber tres veces agua durante el entrenamiento, así que tenemos por un lado los que son como yo y sólo ven la acción, y por otro a los que ven cada noticia pensando que la alternativa en televisión no suele ser más interesante que cualquier chorrada que hagan los futbolistas, así que puestos a elegir eligen éstas.

Me gustaría contar un par de cosas, no para convencer a nadie de que empiece a gustarle ver a veintidós tíos dando patadas a un balón, como dicen despectivamente muchos, si no para que al menos entiendan mi afición, y como la mía, la de otros muchos.

El fútbol es diversión, para el que lo practica y para el que lo ve. No es mucho más que eso, y los que lo vemos disfrutamos de él como de escuchar música o ir al cine, porque no sólo vemos fútbol. Como ya he dicho en este mes serán un mínimo de tres y un máximo de siete partidos, (¡ojalá!), que duran noventa minutos, por lo que durante este mes, y en contra de lo que piensen algunos, tenemos tiempo de seguir haciendo nuestra vida normal. Los que tenemos trabajo seguiremos madrugando para cumplir con él, los que no lo tienen  para seguir desesperados, los que estudian para seguir encerrados entre libros, y sólo los que no hacen nunca nada seguirán estos días sin hacer nada. La gente normal seguiremos estando con nuestras familias, seguiremos yendo a la compra y seguiremos fregando los platos, gane o pierda nuestro equipo, pero cada vez que gane, nos llevaremos una alegría en unos momentos en los que nos faltan alegrías. No podemos ser demagógicos, y no me gusta escuchar que nos alegramos con el fútbol lo que no con otras cosas, porque no es así, y está claro que una alegría en el fútbol no sustituye a otras alegrías más importantes, pero sí se suma a ellas. Tampoco creo que sea el opio del pueblo, como se ha puesto muy de moda decir, pues no creo que porque España gane un Mundial el pueblo vaya a empezar a pensar que todo está bien en nuestro país, y prueba de ello es que un año después del anterior Mundial el pueblo votó cambiar de gobierno. Lo que está mal seguirá mal, y aunque contentos por haber ganado, estaremos igual de enfadados con lo que tengamos que estarlo. Para los que piensan que es el opio del pueblo porque distrae a la gente de sus problemas cotidianos, les preguntaría si creen que las ferias y fiestas de cada ciudad, el cine, el teatro, los toros, los conciertos, las vacaciones, los días de fiesta, las discotecas y cualquier otra cosa que nos traiga diversión, y que por un rato nos endulce nuestros problemas, son también el opio del pueblo, y si es ese el caso, si creen que habría que prohibir cualquier diversión para que el pueblo sólo estuviera pendiente de los problemas. Como ya he dicho, la gente normal vemos fútbol, si gana nuestro equipo nos alegramos, pero a continuación seguimos nuestra vida normal, y si nos tenemos que quejar, nos quejaremos igual.

Los días de partido son días de juntarse con los amigos, con la familia, de compartir risas o de consolar llantos, son días para brindar, para hablar de los problemas entre gol y gol, y de contar otras alegrías a los que sólo ves en días así, y de disfrutar. Hay quién se toma esto de otra forma y busca aquí una excusa para ser violento, pero eso no es culpa del fútbol, y los violentos lo serán con el fútbol, cuando salgan de copas un sábado, en una manifestación en contra de lo que sea, o en su casa. La mayoría somos normales y no queremos estar sentados al lado de alguien violento, aunque sea de nuestro equipo, sea nuestro vecino o no.

Me está quedando bastante largo, así que mañana seguiré. Hoy he hablado más de fútbol, mañana hablaré más de banderas.

domingo, 8 de junio de 2014

Literal 22/05/14

Con el avance de Internet la mezcla de los idiomas se está haciendo cada vez más rápido. Antes, para que un idioma tomara palabras o expresiones de otro se necesitaba la presencia de hablantes de ambas lenguas en un mismo entorno, como en el Nueva York que recibió durante décadas miles de hispanohablantes, en el que es fácil escuchar a un portorriqueño decir "te llamo pa trás" cuando quiere decir algo así como "te devolveré la llamada", haciendo una traducción literal del inglés "I'll call you back". Ahora, con internet estamos unos junto a otros aunque estemos al otro lado del mundo, leemos cosas en otros idiomas sin conocerlos del todo y hacemos traducciones literales, no del fondo del mensaje. Algunos traductores automáticos nos ayudan a traducir lo que no sabemos, pero tienen el problema que si no son frases hechas muy conocidas, también hacen traducciones literales. Si alguien traduce literalmente al inglés frases como: "esto no es moco de pavo"o "voy a tirar de la manta", se "quedará a cuadros", porque son frases hechas imposibles de traducir automáticamente. Así que cuando leí "clean up after your pet", que literalmente sería "limpie después de su mascota", me sorprendí bastante, porque es una frase hecha que se usa en inglés para decir "recoja los excrementos de su mascota" o "limpie lo que deje su mascota". A veces, hay quién hace bien su trabajo.

sábado, 7 de junio de 2014

Ferias y fiestas 30/05/14

Decenas de canciones se mezclan en el aire. Miles de pies levantan toneladas de polvo que nublan la vista casi tanto como el vino, y que encanecen los pelos igualando jóvenes y mayores. Es feria y en las ferias todos disfrutan por igual. Un año entero esperando que vuelvan las fiestas del pueblo, un año entero esperando juntar a los amigos para volver a pasar por las atracciones, las tómbolas y las casetas. Otro año más lo mismo de todos los años, y siendo igual que todos, es otro año más especial que el anterior. Otra feria igual que todas las ferias de todos los pueblos y en cambio otra feria más que nos parece única, porque es la nuestra. Sólo por unos días casi se olvidan las penas y todo parece casi ideal. Sólo por unos días la vida es sólo ferias y fiestas. 

Bichos feos y mentiras bonitas 25/05/14

Hay bichos feos y después están los caracoles. No tengo mucho en contra de ellos si se mantienen por el suelo, sólo me molestan cuando están cocinados y alguien los come, aunque supongo que a los caracoles les molestará más que a mi verse así.

Es curioso cómo los humanizamos cuando siendo niños los pintamos con sus ojos grandes y sus bocas sonrientes, y luego en la realidad ni les vemos los ojos ni la boca. De pequeños pintamos la realidad como nos la enseñan los adultos o la televisión, y no me imagino a un niño mirando un caracol real y pintando uno con ojos, porque los niños, que suelen decir la verdad, si mienten, no lo hacen tan mal. 

viernes, 6 de junio de 2014

En el pasillo 21/05/14

Pepi entra en casa y al instante sabe que su hijo ya ha llegado. No porque vea las llaves, ni el abrigo, ni la gorra, que suele guardar en su habitación entre todas las demás cosas que estarían mejor en el armario que sobre el escritorio, ni tampoco porque haya visto la moto en la puerta, ya que con las notas que saca no está dispuesta a que haya una moto en la puerta. 

- Hijo, te he dicho mil veces que dejes las zapatillas aireándose en el pasillo.
- ¿Cómo sabías que estaba en casa?
- Por cómo te huelen los pies.
- Como tengo que ir andando al instituto, me sudan mucho. Si tuviera moto...
- Pues ponte calcetines.
- Sí claro, para que se me queden las marcas en el tobillo como a un viejo...
- Pues ponte pantalón largo.
- Es que hace calor.
- Te vas por la sombra.
- ¿Tienes respuestas para todo?
- Sí. Y las zapatillas, las dejas en el pasillo.


En peligro de extinción 20/05/14

Cuando empezamos a escuchar hace años que los burros estaban desapareciendo rápidamente, y que en mucho países como en España estaban en peligro de extinción, no dábamos crédito. Al pensar en un animal en peligro de extinción nuestra mente nos lleva al lince, al lobo, o a algún otro animal salvaje que hemos ido ayudando a desaparecer porque no era rentable económicamente para nosotros, pero no se nos ocurriría pensar en el burro. Pero nos dijeron que sí, y durante unos años, hará una década o así, era una noticia recurrente que alguna asociación diera la voz de alarma sobre el peligro que corrían muchas razas de burros. La explicación es lógica, que el burro ha dejado de ser rentable para nosotros como tampoco lo es el lince, y con la llegada al campo de maquinaria barata hemos ido dejando de dar trabajo a los burros para dársela a ellas, hemos dejado de comprarlos y por consiguiente hemos dejado de reproducirlos. El trabajo animal lo empezaron a hacer las máquinas. Pero llegó la crisis y con ella dejó de haber trabajo también para las máquinas y lo que es más preocupante, para las personas, que ya no podían pensar en contratar burros porque ni si quiera tenían trabajo para ellas. Después de los seis o siete años que llevamos de crisis parece que es cierto que estamos empezando a recuperar el trabajo, y van varios meses seguidos con datos positivos de paro a la espera de un verano que siempre trae datos positivos. Sólo espero que el trabajo que estamos recuperando no sea el que dejaron los burros porque ahora sea más rentable contratar a una persona que a un animal o una máquina, porque tiene toda la pinta.

P.D.: Gracias Ita por acordarte de mí cuando ves estas cosas y por sacar el móvil para que quede constancia y podamos contar que cada día puede ser una sorpresa.

miércoles, 4 de junio de 2014

Ancha es Castilla 19/05/14

Hay una diferencia muy grande entre lo que dejan atrás, que no es nada, y lo que tienen por delante, que esperan sea todo. Llevan los carros cargados con los pocos enseres que tienen y con la mucha ilusión que les han regalado. Son campesinos y les han regalado tierras a parte de ilusión, tierras en una zona de España que no ha logrado poblarse por sí misma, y que va a hacerse con la planificación de Pablo de Olavide encargada por Carlos III. Más allá de Sierra Morena las poblaciones se alejan poco de la costa o de las vegas de los ríos, y hay grandes extensiones de terreno en las que los caminos sólo están poblados de bandoleros que campan a sus anchas. La promesa de trabajar tierras propias pesa más que el peligro de indeseables asaltos, y el cansado camino se ocupa pensando en un futuro próspero. Son españoles, pero también alemanes, flamencos y suizos que formarán nuevas comunidades y que dejarán en herencia sus extraños apellidos como prueba de su presencia. Su destino queda aún lejos pues todavía no llegan a ver Sierra Morena, pero la vida que tienen por delante esperan que sea igual que el camino que siguen sus carros: libre y ancha. Ancha como ancha es Castilla.

martes, 3 de junio de 2014

El cielo de Madrid 18/05/14

La luna cruza el cielo corriendo, y cada vez que levanto la vista tengo que parar a buscarla en una noche que pasa con las mismas prisas que ella. A la espalda el aire fresco de la sierra, y por delante el calor de una ciudad en la que las noches son tan cortas como uno quiera y en la que las celebraciones no necesitan excusas. Pero en medio tenemos excusas suficientes para celebrar: amigos que se casan, amigos que vienen de lejos, amigos que reciben con los brazos abiertos, amigos que se quieren ver más de lo que se ven, amigos que juntos ríen, comen, beben y bailan. Las excusas de siempre, las celebraciones de siempre, lugares distintos. Ayer Badajoz, mañana Sevilla, hoy Madrid. La misma luna, diferentes cielos, las mismas caras. Distintas sierras, distintas ciudades, las mismas alegrías.