Se acerca el Mundial de Fútbol para alegría de los futboleros que lo esperamos ansiosos cada cuatro años y para desesperación de los que no lo son, que verán la televisión llena de noticias del Mundial durante un mes, si es que España llega hasta el final. Entiendo que al que no le guste este deporte, tantas noticias sobre él le termine cargando, porque a mí me gusta mucho y no soporto la sección de deportes, o mejor dicho fútbol, de ningún telediario. Son tan pesadas que no las veo nunca, así que, en esta época en la que es tan fácil ver una película por internet o en el cine, les recomiendo que se dediquen a buscar una alternativa antes que cabrearse viendo la televisión. En realidad, lo importante aquí son los partidos, que si todo va perfecto serán siete para España, y si todo va de pena, sólo tres, con lo que quedaremos pronto deseando que llegue el próximo Mundial. A la mayoría de los aficionados nos gusta ver los partidos, y nos importa poco si un futbolista ha tenido que beber tres veces agua durante el entrenamiento, así que tenemos por un lado los que son como yo y sólo ven la acción, y por otro a los que ven cada noticia pensando que la alternativa en televisión no suele ser más interesante que cualquier chorrada que hagan los futbolistas, así que puestos a elegir eligen éstas.
Me gustaría contar un par de cosas, no para convencer a nadie de que empiece a gustarle ver a veintidós tíos dando patadas a un balón, como dicen despectivamente muchos, si no para que al menos entiendan mi afición, y como la mía, la de otros muchos.
El fútbol es diversión, para el que lo practica y para el que lo ve. No es mucho más que eso, y los que lo vemos disfrutamos de él como de escuchar música o ir al cine, porque no sólo vemos fútbol. Como ya he dicho en este mes serán un mínimo de tres y un máximo de siete partidos, (¡ojalá!), que duran noventa minutos, por lo que durante este mes, y en contra de lo que piensen algunos, tenemos tiempo de seguir haciendo nuestra vida normal. Los que tenemos trabajo seguiremos madrugando para cumplir con él, los que no lo tienen para seguir desesperados, los que estudian para seguir encerrados entre libros, y sólo los que no hacen nunca nada seguirán estos días sin hacer nada. La gente normal seguiremos estando con nuestras familias, seguiremos yendo a la compra y seguiremos fregando los platos, gane o pierda nuestro equipo, pero cada vez que gane, nos llevaremos una alegría en unos momentos en los que nos faltan alegrías. No podemos ser demagógicos, y no me gusta escuchar que nos alegramos con el fútbol lo que no con otras cosas, porque no es así, y está claro que una alegría en el fútbol no sustituye a otras alegrías más importantes, pero sí se suma a ellas. Tampoco creo que sea el opio del pueblo, como se ha puesto muy de moda decir, pues no creo que porque España gane un Mundial el pueblo vaya a empezar a pensar que todo está bien en nuestro país, y prueba de ello es que un año después del anterior Mundial el pueblo votó cambiar de gobierno. Lo que está mal seguirá mal, y aunque contentos por haber ganado, estaremos igual de enfadados con lo que tengamos que estarlo. Para los que piensan que es el opio del pueblo porque distrae a la gente de sus problemas cotidianos, les preguntaría si creen que las ferias y fiestas de cada ciudad, el cine, el teatro, los toros, los conciertos, las vacaciones, los días de fiesta, las discotecas y cualquier otra cosa que nos traiga diversión, y que por un rato nos endulce nuestros problemas, son también el opio del pueblo, y si es ese el caso, si creen que habría que prohibir cualquier diversión para que el pueblo sólo estuviera pendiente de los problemas. Como ya he dicho, la gente normal vemos fútbol, si gana nuestro equipo nos alegramos, pero a continuación seguimos nuestra vida normal, y si nos tenemos que quejar, nos quejaremos igual.
Los días de partido son días de juntarse con los amigos, con la familia, de compartir risas o de consolar llantos, son días para brindar, para hablar de los problemas entre gol y gol, y de contar otras alegrías a los que sólo ves en días así, y de disfrutar. Hay quién se toma esto de otra forma y busca aquí una excusa para ser violento, pero eso no es culpa del fútbol, y los violentos lo serán con el fútbol, cuando salgan de copas un sábado, en una manifestación en contra de lo que sea, o en su casa. La mayoría somos normales y no queremos estar sentados al lado de alguien violento, aunque sea de nuestro equipo, sea nuestro vecino o no.
Me está quedando bastante largo, así que mañana seguiré. Hoy he hablado más de fútbol, mañana hablaré más de banderas.
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