lunes, 23 de septiembre de 2013

Adiós verano adiós 22/09/13

El último sol del verano se resiste a dejar el horizonte. Amanece despacio, como bien corresponde a un domingo, que es el día que cierra la semana y también cierra el verano. Ésta es la estación en la que el Sol es dueño y señor de los cielos, cuando sin oposición alguna madura frutos, seca campos y oscurece pieles. Unos lo buscan con dependencia, otros huyen de él con insistencia, pero todos durante el verano sentimos la tentación de mirar al Sol a la cara para quejarnos de su ausencia, aunque sea escasa, o de su calurosa presencia, con la que ha marcado la vida diaria de los últimos tres meses. Ahora se agarra al suelo sabiendo que el declive de su poder será mucho más acusado a partir de mañana, con la llegada del otoño y con él las nubes que le esconderán sin respeto. Mañana será un día casi igual a hoy, pero llegará otro día no muy lejano en que todos sus esfuerzos serán en vano, y por mucho que se empeñe no conseguirá ni calentar nuestra piel, y muchos días ni brillar en el cielo. El Sol se despide de nosotros con la misma tristeza con la que nosotros nos despedimos del verano, arrastrándose a través del cielo como un caracol sobre el asfalto. Al menos las últimas noches nos ha dejado de recuerdo una luna redonda y naranja como un queso holandés, para que no olvidemos que en verano el Sol reina hasta cuando no está.

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