jueves, 5 de septiembre de 2013
Vivir en la cuesta 05/09/13
Con septiembre llegan para las familias muchos gastos extra relacionados con el comienzo del curso y los niños, que tienen la mala costumbre de crecer y pasar de curso necesitando ropa y libros nuevos. Es la cuesta de septiembre. También tenemos la cuesta de enero, que es la mas conocida como cuesta, cuando se pagan muchos seguros, impuestos y cuando abrimos los ojos a los gastos navideños. A estas cuestas hay que sumarle la cuesta permanente en la que llevamos mas o menos desde 2008, y que es tan mala al subir por el esfuerzo que supone avanzar, como al bajar, porque alguien nos ha robado los frenos. Vivimos en una cuesta continua y el llano no lo vemos ni en fotos. Lo que si vemos en fotos como ésta es que hay casas que han vivido en la cuesta toda su vida, y ahí siguen. Alguien las construyó con buenos cimientos y no hay quien las mueva. Aguantar no es fácil cuando todo a nuestro alrededor es tan negativo, pero seguro que tenemos buenos cimientos que nos permitirán guardar el equilibrio y aprender para próximas cuestas, porque a diferencia de las cuestas en las que viven las casas, nuestras cuestas alguna vez terminan.
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