viernes, 3 de enero de 2014

Nochebuena 24/12/13

Esta noche es Nochebuena y seguramente tendremos muchos invitados a nuestra mesa o seremos invitados de otras mesas, aunque hay unos invitados para los que la noche no será tan buena y ya se van imaginando la que les espera. Para ellos empezaron a correr rumores en las pescaderías, las carnicerías y los supermercados. Los rumores se volvieron ciertos cuando se vieron rebosando nuestras neveras y confirmaron su final cuando empezaron a ver encenderse hornos y fuegos. Una mala noche la tiene cualquiera, pero para los alimentos con los que vamos a celebrar hoy, una mala noche es suficiente. Bienvenidos a nuestra mesa, moriréis con honor.

Pero hoy seguro que faltará a nuestra mesa alguien que desearíamos que estuviera y para quién esta noche no será tan buena, y no me refiero a personas que están en otras mesas y con las que no podemos coincidir siempre, pues como ya escribí hace un par de días son muchas mesas a las que asistir y no podemos ir a todas a la vez. Me refiero a toda esa gente que tiene que trabajar hoy para que nuestro mundo siga funcionando y que seguro que en nuestra familia hay más de uno, como algún policía que estará pendiente de que todo esté en orden en nuestras calles, algún guardia civil que estará vigilando un camino en mitad de la nada, al personal sanitario que estará cuidando de que en los hospitales no se note que es fiesta o a algún enfermo que estará recuperándose en uno de esos hospitales con la compañía de un sólo familiar. Para ellos hoy no habrá gambas, ni jamón, ni lubina, ni redondo de ternera. Lo que si habrá será un hueco en nuestra mesa y en nuestro recuerdo, porque nuestra mesa nunca estará completa sin ellos. Mañana, o la semana que viene, o el mes que viene, o cuando sea, volveremos a celebrar con ellos lo que haga falta.


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