Veo sillas vacías delante de la casa al fresco de la noche. Recuerdo las antiguas noches de verano de mi niñez cuando los vecinos bajaban con sillas a la calle despues de la cena, huyendo del calor de las casas y buscando las conversaciones amigas. Los niños jugábamos mas allá de la frontera que separaba la luz de los pisos del campo oscuro, como aventureros nocturnos. Las calles de los pueblos habían dado paso a los bloques de vecinos, manteniendo las costumbres de los emigrantes que tomaban las ciudades. Costura y partidas de cartas los adultos, carreras y escondites los niños. Hemos cambiado mucho en muy poco tiempo, lo que supone darme cuenta de que me hago mayor, pues digo hoy lo que hace poco decían mis padres.
lunes, 26 de agosto de 2013
Al fresco 25/08/13
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario