El puente se apoya en las dos orillas de un cauce seco. Hace sombra sobre un lecho blanco de grava y piedras machacadas que un día bajaron de la cantera. No soporta tráfico pesado y sus maderas solo crujen bajo los pies de los peatones que pasean a las afueras del pueblo, asi que su trabajo es escaso. El cauce solo lleva agua los contados días del año en que la lluvia es tan continua que la sierra no puede drenar mas agua, y la derrama ladera abajo. Es un puente que casi no soporta peso sobre un río que casi no lleva agua, pero se levanta fuerte y espera el momento en que se le necesite, con la paciencia de quien se prepara concienzudamente para realizar un trabajo importante, aprendiendo a soportar los torrentes imprevistos y a llevar cargas inesperadas.
Nunca sabemos para qué vamos a necesitar ciertas enseñanzas, pero nunca debemos dejar de aprender y estudiar, porque cuando llegue el día importante, estaremos preparados.
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