viernes, 16 de agosto de 2013

El mar 15/08/13

En general nos portamos como un mal amigo con el mar. Somos unos desagradecidos. Está claro que no se puede generalizar y que mucha gente lo cuida y lo ama, pero nos pasa como con tantas cosas, individualmente pensamos de una manera y en conjunto actuamos de la contraria. El mar nos da alimento pero lo arrasamos de peces sin miramientos. Su agua nos da salud pero seguimos vertiendo en ella nuestros desechos sin control. Embellece nuestras costas y nos empeñamos en urbanizarlas hasta la orilla. Nos ofrece descanso y le devolvemos barcos que limpian sus bodegas. El mar es inmenso y parece que puede tragarlo todo, como un pozo sin fondo, pero estamos en un momento crítico en el que la marea empieza a devolvernos todo aquello que hemos arrojado. En el Pacífico se ha creado un continente de basura del doble de superficie que los Estados Unidos. Si seguimos a este paso pronto no podremos disfrutar de las playas como casi no podemos disfrutar de los ríos. Estarán tan contaminadas que no ofrecerán alimento, ni salud, ni belleza, ni descanso. Tenemos que seguir cambiando nuestra cultura común y ser responsables como sociedad, tal y como aparentamos serlo como individuos.

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