lunes, 14 de abril de 2014

Tener buen ojo 01/04/14

Uno que se apellida Cruz, que lo ha heredado de su padre, de su abuelo y de mucho más atrás, no piensa que tenga un apellido raro porque es de lo más normal, hasta que conoce a una chica que se apellida Campo y deciden tener hijos. A lo mejor ellos tampoco se dan cuenta, pero sus hijos jamás podrán pedir tranquilos una Mahou o una San Miguel sin que sus amigos les digan que están traicionando la empresa familiar. Son ejemplos que siempre se cuentan de broma, pero que la casualidad hace que existan en realidad, como Rey España o Monte Flores. Los padres tienen que estar muy atentos con el nombre que añaden, y siempre es mejor suavizar Guerra con el nombre Paz, que sumar León al apellido Lobo. Alguien que se apellide Vicente tiene que recalcar mucho que no es segundo nombre, porque más tarde puede no aparecer por ningún sitio. Es algo que nos pasa a los que tenemos apellidos poco comunes, que nos toca repetirlos, deletrearlos y gritarlos sabiendo que hasta así los van a escribir mal la mitad de las veces. Pero hay que tener buen ojo para juntarse un señor apellidado Baca con una señora apellidada Vaca para tener hijos Baca Vaca que se van a pasar la vida especificando uves y bes y dando explicaciones. Pero nadie tiene mejor ojo que un oftalmólogo.

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