jueves, 29 de agosto de 2013

Al otro lado de la ventana 28/08/13

En la cocina huele a pan tostado, a leche caliente y a cafetera humeante. La radio es solo un murmullo de fondo que se mezcla con los sonidos que llegan del otro lado de la ventana. Gorriones, gallinas, tórtolas, patos... El aire que entra entre los barrotes es fresco aunque estemos en agosto, y es que estamos rodeados de las mas densas dehesas de España. Es el paraiso del cerdo ibérico, donde cualquiera de ellos tiene tanto espacio que cree que vive en libertad. El café se enfría en la taza mientras uno disfruta de la tranquilidad, de los olores y los sonidos, o de los silencios. Extremadura es un paraiso. Aunque claro, no es lo mismo venir a descansar que a trabajar. El trabajo aquí es duro, pero también es duro dejar este paraiso después de disfrutar tanto.

2 comentarios:

  1. La idea de los cerdos en libertad me ha hecho pensar que somos como cerdos. ¿De verdad creemos que somos libres? Vid. "borregos y bares"

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    1. Nunca seremos totalmente libres y nunca tomaremos todas las decisiones por nosotros mismos, es imposible, para eso tendríamos que vivir solos y aislados, y sería peor. Todo lo que vivimos nos condiciona, y las personas que nos rodean nos influyen, igual que nosotros les influimos a ellos. En la mayor parte de los casos, renunciamos a la libertad voluntariamente como parte de la vida en sociedad (la libertad de uno termina donde empieza la de otro), así que yo no lo veo de forma negativa, quitando casos puntuales.

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