jueves, 29 de mayo de 2014

Turismo y turistas 17/05/14

Yo soy turista, pero a la vez vivo en un sitio muy turístico, y a lo mejor por eso me doy más cuenta de lo que pasa. Viajo todo lo que puedo visitando ciudades y monumentos, haciendo fotos, comprando recuerdos y en general haciendo todas esas cosas que hacemos los turistas. Yo lo soy y me doy cuenta de que los turistas somos el principio y el fin de muchas cosas, deseados por los comerciantes y odiados por muchos vecinos. Que un lugar se vuelva turístico supone un cambio radical en su economía, y salir en las guías de moda, en el programa de moda, o entrar en los circuitos de moda puede significar que un pueblo deprimido de pronto empiece a abrir restaurantes y tiendas de recuerdos, revitalizando el pueblo y dando trabajo a sus desempleados, pero por contra convierte el lugar en un museo viviente, y cuando desembarcan varios autobuses con viajeros llegados de varias partes del mundo, a no ser que les quieras vender el queso de la zona, es mejor que salgas corriendo.

Es cierto que hay turistas y turistas, y que mientras unos visitan tranquilamente la zona intentando conocer y aprender cosas nuevas, otros se mueven como hordas bárbaras haciendo todo lo que no hacen en sus casas, pero cuando un lugar es muy visitado, sabes ciertamente que va a haber mucho de ambos tipos, aunque son los segundos los que más llaman la atención. Un ejemplo extremo es lo que supone la llegada de cruceros a un puerto, sobre todo cuando hablamos de puertos en pueblos pequeños. De golpe pueden desembarcar cuatro o cinco mil personas que inundan las calles desplazándose con la rapidez que les exige una parada de pocas horas, intentando ver mucho en poco tiempo. Es un tipo de viajero que además gasta poco dinero porque el tiempo no se lo permite, pero que es rentable por su cantidad, aunque en cada puerto los comerciantes pretendan venderte una alfombra persa, una lámpara de plata o unas sábanas de seda. Hacer un crucero es una forma fantástica de conocer algo de muchos sitios con la comodidad de que el hotel es el que te lleva de uno a otro, por lo que yo he ido de crucero y volveré a ir si puedo, pero al llegar a algunos puertos me quedaba la imagen de ser parte de un rebaño de ovejas que lo revuelve todo a su paso y deja el suelo lleno de "conguitos". 

Siendo turista siempre me queda una sensación contradictoria: por un lado la de estar conociendo un lugar nuevo, ampliando mi visión del mundo y ayudando a prosperar a sus habitantes con mis gastos, pero por otro la de estar contribuyendo a acabar con lo que hace particular a ese lugar, porque una vez que lo inundamos los visitantes se convierte en una caricatura de si mismo, fomentando sólo los tópicos que lo hacen diferenciarse del resto del mundo. Más de una vez me he encontrado visitando "el mercado típico local", en el que los turistas nos hacemos fotos unos a otros comprando imanes para la nevera con la foto de cómo era el mercado cuando de verdad era local. Pero nunca se puede tener todo, y para conocer una plaza hay que pisarla.

miércoles, 28 de mayo de 2014

La suerte está echada 16/05/14

Desde el camerino se escucha el escándalo como si lo tuvieran dentro. El pueblo ha llenado el patio y los balcones, pero es en el primero dónde se monta más alboroto, porque es la parte más llana. Los actores están nerviosos, como siempre, y el autor está confiado, como siempre, pero todos están acostumbrados tanto al éxito como al fracaso. El éxito de un día hace más difícil el del día siguiente porque los espectadores se vuelven más exigentes. El patio está tan lleno que las espadas chocan sordamente debajo de las ropas, sin que nadie las mueva, aunque sus portadores nunca levantan la mano de la empuñadura por si la tarde se complica, y están tan atentos al escenario como a su alrededor. El ambiente está caldeado por el calor de las pesadas ropas y por el vino, y muchos ya portan verduras podridas con las que emitir su juicio al final de la obra. Los actores lo saben, pero prefieren salir corriendo cubiertos de lechuga que perseguidos por el gentío, que suele buscar responsables cuando consideran malgastado su dinero. En el corral se guarda silencio cuando los personajes ya trasformados suben a las tablas, un instante de silencio que vendrá seguido por risas sólo en el mejor de los casos. La gloria será tener el corral lleno otra vez mañana, la suerte está echada.

martes, 27 de mayo de 2014

Cena al fresco 15/05/14

Cae el Sol y según cae arrastra detrás el calor de la tarde fuera de la Plaza Mayor de Almagro. Las mangas de camisa van bajando hasta cerrar en las muñecas y van apareciendo las primeras rebecas y chaquetas que tapan la piel erizada de los brazos al aire. Es una noche fresca de mayo en Castilla, de esas que animan a pasear un poco para que el cuerpo no pierda todo el calor ganado durante el día. En las mesas hay pisto, queso manchego, chuletitas de cordero, berenjenas del lugar y vino de Valdepeñas, y alrededor de las mesas las conversaciones se hacen casi en voz baja, por no alterar la tranquilidad que reina en la plaza. Algunos comensales se dan prisa en apurar sus platos para no llegar tarde al Corral de Comedias, y los camareros comentan con ellos lo que les dicen aquellos que ya han visto la obra. Estamos a una decena de pasos del teatro y todo el que va o viene pasa por aquí. La escena se convierte casi en una obra de teatro en sí, con un escenario perfecto y tramas que envuelven a los personajes que se mueven por él. La pareja que discute, los amigos que ríen, los niños que juegan en los soportales... Las mejores historias salen de la vida corriente de las personas corrientes, y en una cena al fresco hay mucha chicha de la que sacar historias.

Don Federico Relimpio 14/05/14

Don Federico siempre llevó los zapatos brillantes, el traje planchado y los puños de la camisa de un blanco impoluto. Tenía una habilidad especial sorteando los charcos y los regalos que iban dejando atrás perros, vacas y caballos, y jamás llegó a manchar ni la punta del bastón. Tras su paso, la calle seguía oliendo a él por un rato y los vecinos podían buscarle por el pueblo, gracias al rastro fresco de su colonia en las esquinas. Su barba estuvo siempre recién afeitada y su pelo siempre recién peinado ya fuera a trabajar, o ya viniera trabajado, y su blanca dentadura jamás perdió la sonrisa ni el color. Era tan limpio que le cambiaron el apellido y le pusieron Relimpio, y ya nadie se acuerda del que heredó de su padre. En su honor pusieron nombre a una calle y en ella nadie se atreve a sacar la basura a la puerta ni a pasar con el coche camino del lavadero, sólo pasan cuando vienen de vuelta. Los perros doblan la esquina para alejarse al dejar su rastro y para buscar el de otros y hasta el viento mantiene a raya los papeles y bolsas que suele mover por otras calles del pueblo. Don Federico y su limpieza siguen presente en la calle aunque haga años que pasó por última vez.

lunes, 26 de mayo de 2014

Un largo paseo 13/05/14

La puerta de la calle está cada vez más lejos de sillón. Parece que cada noche alguien agranda la casa alejando el aseo de la cama, la cocina del comedor y la calle de las ganas de salir. Quien sea el malvado que aparece aprovechando la oscuridad, hace que los relojes vayan cada día más lentos y que el movimiento de sus agujas suene más fuerte que el teléfono o la televisión, que poco a poco se hace más pequeña y se ve peor. Una casa tan grande que se hace más grande cada día, va llenando sus habitaciones de silencio y soledad, un silencio cuyo ruido retumba en la cabeza. Las visitas de los hijos y los nietos no consiguen ocupar el espacio por mucho tiempo y la calle llama cada vez menos a la puerta. Pero todas las mañanas abre su puerta y sale a la calle, aunque nadie le llame. Busca el sol o la sombra, según el tiempo. Busca a los amigos que le quedan, busca las aceras más anchas y más largas, busca las fichas de dominó resonar sobre la mesa del bar de la esquina. Busca el chato de vino, la reja del colegio de los nietos, la fruta y el pan de cada día. Busca acortar el día alargando el paseo, busca dar cuerda al reloj por si tiene ganas de pararse, busca llevar nuevos sonidos en la cabeza que llenen su tiempo y hagan más pequeña la casa que se agranda por la noche. Sale de casa con el ceño fruncido y vuelve con una sonrisa, porque trae en los bolsillos un día más de sencillas alegrías, y hace mucho que perdió la cuenta.

viernes, 23 de mayo de 2014

Guarromán y otros pueblos 12/05/14

Para los vecinos de Guarromán el nombre de su pueblo no tiene nada de raro, porque lo llevan escuchando toda la vida. Les pasa lo mismo a los que viven en Gor, en Jun, en Cabeza la Vaca, en Herencia, en Carratraca, en Macharaviaya o en Malcocinado, para ellos los raros son los nombres del resto, cuando para el resto su pueblo tiene un nombre imposible  pronunciar o gracioso. El nombre tiene a veces un origen muy distinto al resultado actual, como en el caso de Guarromán, que por lo que he encontrado procede del árabe Wadi-r-rumman (Río de los granados), que derivó en Guadarromán y luego en el  actual. Así que no tiene nada que ver con los cerdos,  aunque los árabes que pusieron el nombre estarían escandalizados del resultado final. Es algo parecido a cuando unos padres ponen nombre a sus hijos para que luego terminen llamándolos de otra forma, como a un Enrique que llamen Kiki, lo que pasa es el que  aquí los padres hace tiempo que se fueron y ya no creo que les moleste mucho. 

Esto nos hace ver que somos una mezcla entre nuestro origen y lo  que hemos ido encontrando en nuestro camino, que no siempre hemos sido iguales y que en el futuro no seremos iguales a como somos ahora. España siempre ha sido punto de partida, lugar de paso y destino a la vez, y lo que somos hoy es la mezcla de todos los que pasaron por aquí o decidieron quedarse. Lo vemos hasta en los nombres de los pueblos en los que vivimos. 

jueves, 22 de mayo de 2014

Paella Skänka 11/05/14

No tengo claro si es bueno que hayamos conseguido exportar la idea de la paella, o malo que al haberla exportado ahora sean otros los que las fabriquen y las vendan, lo que al menos resulta curioso es llegar a IKEA y encontrar que le han puesto de nombre Skänka, un nombre que no creo que se le haya ocurrido a ningún valenciano, y que habría que ver si les gusta, porque una cosa es que otros adopten nuestras costumbres y otra que otros adapten nuestras costumbres a las suyas. Hace unos meses hubo una importante polémica entre expertos paelleros valencianos porque en un anuncio de televisión aparecía una paella con ingredientes incorrectos, así que encontrarse un nombre sueco no creo que les haga mucha gracia. Tampoco es para enfadarse porque los suecos cocinen en paella, aunque lo que cocinen sean albóndigas suecas, ya que en muchas de nuestras cocinas hay un wok en el que cocinamos lo que nos da la gana. Las grandes ideas siempre han dado la vuelta al mundo, y ahora el mundo es cada día más pequeño, así que es cada vez más normal encontrar jamón en China o brotes de bambú en España. Traemos a nuestras cocinas salsa de soja, mostaza francesa o curry con la misma naturalidad que hace siglos llegaron la pimienta o la nuez moscada, con lo que seguimos ampliando nuestro ya completo recetario, que no sería el mismo sin los tomates o los pimientos que llegaron de América o sin la citada pimienta. No serán lo mismo tampoco las paellas que coma a partir de ahora, porque siempre me acordaré de Skänka y de IKEA.

Ingeniero en fabricación de cerveza 10/05/14

Hemos pasado en poco tiempo de tener un país en el que la mayoría de la población apenas tenía estudios primarios a encontrarnos con uno en el que todo el que nace tiene estudios básicos elevados y un alto porcentaje tiene estudios universitarios. Ahora casi todo el mundo tiene al menos acceso a educación superior y tener un título universitario casi ha dejado de depender de las posibilidades económicas de la familia. Con eso hemos conseguido tener una sociedad con un nivel cultural medio bastante alto, sobre todo si nos comparamos con la de hace pocas décadas, aunque todo sea mejorable. Al menos ahora las oportunidades de llegar a ser lo que uno quiera son casi iguales para todos. Lo malo de eso, porque todo tiene un lado malo, es que hay mucha gente con la misma formación y los mismos títulos, más de los que nuestra sociedad puede asumir, y en muchos casos tener un título universitario no implica encontrar trabajo, así que muchos títulos han dejado de tener el valor de antes, que era el valor de la escasez. Si antes había pocos maestros y pocos aparejadores, su posición social era elevada, ya que su título, además de una educación cultural mayor implicaba un trabajo y un sueldo mejor. Ahora hay tantos universitarios que para diferenciarse por encima de los demás hay que complementar los estudios con másteres, idiomas, cursos, prácticas, etc. Muchas empresas y muchas Universidades han encontrado un filón en la formación complementaria, e imparten una cantidad de estudios imposible de contabilizar, previo pago de altas matrículas que casi garantizan el aprobado. Al final llegamos a lo mismo, a personas con cientos de horas de estudios complementarios en un puñado de títulos más o menos reglados que compiten entre ellos por unos pocos puestos de trabajo. Ha llegado el momento en el que muchos títulos han perdido todo el valor que tenían, aunque hemos ganado una sociedad mejor formada.

Ahora más que nunca es el momento de aprovechar bien el tiempo de preparación que tenemos antes de buscar trabajo, de no estudiar lo que sea con el fin de tener un título o varios, sean los que sean y sólo por tenerlos, porque a lo mejor es más rentable aprender a fabricar cerveza y montar una pequeña fábrica artesanal que dedicar seis o siete años a estudiar un grado, un postgrado y un máster para terminar sirviendo la cerveza que fabrica otro.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Sano y natural 09/05/14

Cuando escuchamos palabras como natural y ecológico, o el prefijo bio unido a otras y relacionadas con la alimentación, suponemos rápido que son alimentos más sanos, menos procesados, de más calidad, y en definitiva mejores si los comparamos con el resto, pero hay que tener cuidado, porque la realidad no siempre va asociada al nombre. Hace unos años el gobierno obligó a muchas marcas a eliminar las denominaciones bio de muchos de sus productos, sobre todo yogures y zumos, pues se demostró que no eran ni más naturales ni más saludables que el resto. 

A veces porque nos quieren confundir o directamente engañar, y otras porque confundimos churras con merinas, nos encontramos con cosas que no son lo que parecen, o que incluso pareciendo otra cosa, nos dicen que es la contraria, y me explico: si una parte fundamental de la leche es la lactosa, que se la quiten tiene que suponer algún tipo de procesado, por lo que deja de ser natural. Otra cosa es que a ciertas personas le siente mal la lactosa y que alguien se preocupe de quitársela, siendo más sano su consumo para esa persona, pero no más natural.

Está bien consumir productos naturales, pero está mejor saber si son realmente naturales o no. Eso es complicado, porque podemos terminar necesitando ver cómo cultivan los tomates o cómo se alimentan las vacas que nos darán la leche, y puede ser de locos. También tenemos que entender que no todo lo natural es sano, como no es sano comer medio quilo de tocino al día, por muy natural que sea. En definitiva, que como con todo en la vida tampoco podemos obsesionarnos, porque obsesionarse no es nunca sano, aunque sea natural. 


martes, 20 de mayo de 2014

El perro meón 08/05/14

Para vender hay que llamar la atención, ya sea con el nombre de un bar donde vender comida o con el aspecto de una ciudad para vender la imagen de la misma. Los Ayuntamientos se lo toman en serio a la hora de llamar la atención, e intentan salir en las noticias y en los comentarios de la gente lo máximo posible, y tienen que dar muchas vueltas al coco para ser originales. Gastan millones para que el arquitecto de moda haga un auditorio que se va a usar dos veces al año, pero que saldrá en todas las revistas de arquitectura y atraerá a turistas aunque sea a fotografiarlo por fuera, para luego tomar un café en el bar de enfrente. Llenan las rotondas y parques de esculturas que unos llamarían raras, otros originales y otros arte para que la gente pregunte a sus amigos en Facebook por dónde se han hecho esas fotos tan chulas e ir a hacérselas ellos, y de camino pasar un fin de semana. Para qué nos vamos a engañar, una escultura de un perro meando llama la atención más que una de Felipe II montando a caballo. Ya nadie hace fotos a Felipe II, que lleva siglos en el mismo sitio, pero un gracioso perro que mea con la lengua fuera, merece una foto para el recuerdo.

lunes, 19 de mayo de 2014

Tapas y tipos 07/05/14

España es un país de bares y un país de tapas y cada bar y cada tapa son un mundo. Hay bares en los que acompañan la bebida con unas tristes patatas de bolsa, otros en los que por cada bebida nos dan una tapa, aunque la bebida sea más cara, y otros en los que no ponen nada que no pidas, y eres tu el que decides con qué acompañar lo que bebes, pero sabiendo que lo pagas a parte. En Granada tienen fama de abundantes y en San Sebastián de exquisitas, además de llamarse pintxos en vez de tapas. En el norte las barras están cubiertas de comida y en el sur lo que se llenan son las terrazas. Hay donde es mejor comer sentado y donde es preferible acodarse en la barra, igual que hay bares de los que cuesta salir y bares en los que mejor no entrar. Los hay con nombres poco estudiados, como el del otro día, o con nombres que invitan a directamente a llenar el buche. Hay casi más bares que calles, y no estaría mal hacer una guía completa con los mejores de cada pueblo de España, una guía que hubiera que renovar cada año por añadir los que abren y quitar los que cierran. Yo me ofrezco voluntario a hacerla.

sábado, 17 de mayo de 2014

A la compra 06/05/14

En muchos barrios de muchas ciudades hemos vuelto al carro de la compra y hemos dejado de lado el coche. Hemos dejado las compras mensuales para hacerlas semanales o casi diarias. Hemos dejado los grandes supermercados de las afueras para volver al barrio, atraídos por otros más pequeños, y de paso hemos vuelto a la frutería o la carnicería de al lado de casa. Llevamos el carro con ruedas o las bolsas de lona y nos llevamos a casa lo necesario sólo para los próximos días, sin importarnos que se nos olvide algo porque ya tenemos claro que olvidamos varias cosas y volveremos pronto, porque estamos cerca de casa. Por qué no decirlo, fue un acierto de Mercadona adaptarse rápido a nuestros cambios de costumbres y de consumo, y ponernos un supermercado pequeñito al lado de cada casa. Tanto que a veces cuesta aparcar, el carro de la compra.

Agua clara 04/05/14

Es un domingo tranquilo de principios de mayo, cuando mejor se está en la playa. Es un domingo en el que no se llenan las hamacas de los chiringuitos, en el que algunos valientes no se resguardan bajo la sombrilla, en el que el aire fresco eriza la piel cuando se levanta. Es un domingo y una playa para hablar en voz baja, y ni los niños arman escándalo. Todo el mundo está tan tranquilo que hacen que el domingo sea tranquilo. Un domingo de mayo para leer a la sombra sólo a ratos, porque la sombra enfría más de lo que calienta el Sol. El agua clara llega a la orilla tranquilamente, casi sin olas y casi sin hacer ruido, no queriendo molestar a los niños que juegan en la arena ni a los padres que pasean. Es un domingo perfecto si se pasa en buena compañía compartiendo un espeto de sardinas y una cerveza fresquita

Churros y Noodles 05/05/14

- Manolo, tenemos que abrir un bar, que eso siempre funciona. Ya he buscado un local que traspasan en Fuengirola.
- Pero allí hay muchos, nos tendremos que diferenciar en algo.
- Bueno, he pensado que podemos servir churros, eso gusta a los españoles y a los extranjeros. Los españoles los toman por la mañana y los guiris por la tarde.
- ¿Una churrería?
- No, un bar con churros, pero los churros los compramos a una churrería.
- Pero churros ponen en muchos bares...
- Pues también podemos algo que guste a los turistas, esos que no se atreven a pedir callos ni guisos. Podemos poner noodles.
- ¿Eso qué es?
- Son como fideos largos o espaguetis finos que se toman fritos, y que a los guiris les gustan. Así cubrimos todas las comidas.
- Ah... ¿Y de nombre?
- Pues esta claro,  "Churros y Noodles".

miércoles, 14 de mayo de 2014

La vuelta al mundo en 80 minutos 03/05/14

No se cómo me enteré de su existencia pero desde que encontré la Feria Internacional de los Pueblos de Fuengirola no he faltado ningún año. Para el que no la conozca voy a explicar rápidamente en qué consiste: Es una feria normal, con sus casetas y sus atracciones, pero en la que cada caseta es de un país distinto en la mayoría de los casos o de una región de España en los menos, llevada por emigrantes de esos lugares, con sus comidas y bebidas típicas y con actuaciones folclóricas propias. Uno puede tomar una cerveza india mientras come una empanada boliviana, seguir con una cerveza alemana mientras saborea una hamburguesa de canguro o tomar un café de Colombia con unos dulces marroquíes. Es un mundo perfecto en el que todo se reduce a conocer otras culturas y a dar a conocer la propia, donde todo el que llega está dispuesto a pasarlo bien, a comer y a beber y en el que no se necesitan diplomáticos que arreglen los conflictos internacionales. Es un mundo utópico reducido a una calle en la que todos conviven en armonía, y en el que todo es amable, porque los únicos intereses económicos derivan de hacer felices a los visitantes, y hay visitantes para todos. Ojalá fuera tan fácil llevar esta idea del mundo a la realidad, pero por algo se empieza, y aquí se puede empezar dando la vuelta al mundo en 80 minutos a base de probar comidas y bebidas traídas de los cinco continentes.

La tuna 02/05/14

La tuna siempre me ha parecido una agrupación extraña, supongo que porque crecí en Badajoz y estudié en Cáceres, donde la Universidad es bastante reciente y la tuna no tiene el arraigo de otras ciudades. Al menos entre mis amigos era vista como un grupo de frikis que se juntaban para tocar canciones antiguas vestidos con ropas extravagantes. Eran pocos y casi siempre me daba la impresión de ver más novatos que veteranos, ya que a los novatos se les reconoce por ir vestidos de forma distinta, y eso me hacía confirmar que la tuna no tenía demasiada tradición. Tenía un conocido que entró en una, y cada vez que nos veíamos el me intentaba convencer para que yo entrara y yo a él para que saliera. Con el tiempo y en visitas a otras ciudades empecé a ver tunas más grandes y mejor formadas, algunas con miembros que habían dejado la Universidad hace décadas, aunque la imagen que me había hecho de ellas cambió poco, y me seguía pareciendo raro verlos cargados de un terciopelo negro que parecía dispuesto a generar y absorber todo el sudor del mundo. Nunca ha ayudado el tipo de música que tocaban, que me parecía más propia de abuelas que de jóvenes, pero con el tiempo he ido ampliando mis gustos musicales y ahora me gusta pararme a escucharlos cuando me los encuentro por la calle. Hace quince años no lo habría creído, pero ahora siento mucha simpatía y hasta algo de admiración por estos grupos que siguen juntos con el paso de los años, tocando música por donde sea, llamando la atención a españoles y sobre todo a turistas, divirtiéndose e intentando divertir a los demás. Aunque sigo pensando que deberían buscar un uniforme de verano.

martes, 13 de mayo de 2014

Morir con estilo 01/05/14

Últimamente aparecen en mi camino nuevas fotos para ampliar temas antiguos, y es que nunca está todo dicho. Ya escribí "Caer con estilo" hablando de que los teléfonos móviles nos llevan a multiplicar nuestros viejos despistes, y es que un golpe con una farola puede ser gracioso para los demás, y pasado un rato incluso para el golpeado, pero que te atropelle un coche ya no lo es tanto. 

El despistado puede ser el peatón, el conductor, o ambos, pero una vez consumado el despiste es el que va a pie el que peores consecuencias sufre, y ahí ya puede intentar echarle la culpa al que va en coche, que desde el Cielo o desde el Infierno la cobertura es muy mala y el mensaje no le va a llegar.

Cuenta la leyenda que en la Gran Depresión los ejecutivos de los bancos se ajustaban el sombrero y la corbata antes de saltar por la ventana para morir con estilo, pero morir atravesando la calle por ir pendientes del teléfono es un suicidio igual, aunque con muy poco estilo.

P.D.: Me manda la foto mi amigo David C.V., que espero que se metiera el teléfono en el bolsillo antes de cruzar.


Coopenhague o København 30/04/14

Todo el mundo sabe escribir Madrid o al menos eso espero, lo que no queda tan claro es que sepamos escribir nombres de países y ciudades extranjeras, y es normal porque no todas se escriben igual que se pronuncian. Más aún cuando muchas tienen nombres hispanizados, llamados exónimos, diferentes a sus nombres originales, estando acostumbrados a decir Nueva York o Londres en vez de New York o London. En algunos casos los nombres hispanizados se están perdiendo, como Pekín, que de un tiempo a esta parte escuchamos muchas veces como Beijing, o Cantón, que ahora solemos escuchar como Guangzhou, y nos cuesta saber escribirlo porque nos cuesta entenderlo, mientras que otros casi se han perdido, como Mainz, que aquí solíamos llamar Maguncia, o Maastricht que nuestros antepasados llamaban Mastrique cuando iban allí cargados de picas y espadas. 

Dicho esto, reconozco que posiblemente yo no escribiría bien Copenhague sin mirarlo y por eso lo he mirado antes de escribirlo, lo que no entiendo es cómo puede estar mal escrito en un cartel que indica el nombre de una calle desde hace años. Coopenhague no está hispanizado ni está en danés, que se escribe København y también he tenido que mirarlo, cosa que no habrán hecho ni en la Concejalía correspondiente del Ayuntamiento que se encargue de nombrar las calles, ni en la empresa que hace los carteles, ni los operarios que la hayan colocado, porque se habrían dado cuenta del error. Esto me suena otra vez a "ese no es mi trabajo".

lunes, 12 de mayo de 2014

Primavera - verano 29/04/14

El Sol está todo lo alto que puede estar en estas fechas, pero ya va avisando de la que nos espera de aquí a poco. En la calle vivimos un carnaval, unos en chanclas y bañador que quieren correr mucho y otros que quieren dar salida a la chaqueta que les regalaron en su cumpleaños y no han tenido tiempo de ponerse. Yo soy de los que quieren correr mucho y aprovecho la mínima para sacar el pantalón corto, y una vez que lo saco, intento no guardarlo hasta octubre. El carnaval de la calle es especialmente llamativo en sitios turísticos, en los que la variedad de ropajes es infinita: turistas vestidos de exploradores del amazonas o con camisa hawaiana y sombrero de paja, jóvenes en bikini, niños de comunión, padres enchaquetados y madres con pamela... Pero la calle es de todos y todos tienen su hueco, o al menos eso es lo que ofrecen los hosteleros a los paseantes, un hueco en su terraza para tomar un refresco y esconderse un poco del calor. Los euros son los mismos salgan de un bañador o de una chaqueta.

Alertas y charlatanes 28/04/14

Me llega este aviso que me piden que reenvíe: "Médicos del Hospital de La Paz de Madrid han realizado análisis a unas servilletas de papel marca PapelColor en los que han detectado restos de productos tóxicos por las pinturas utilizadas en la decoración del papel. Son productos muy peligrosos que pueden provocar fuertes reacciones en la piel, sobre todo de los niños, como quemaduras y úlceras. Esta marca se puede encontrar en casi todos los supermercados y desde el Hospital están informando por el peligro que supone. Firma la comunicación Francisco García González, Director Médico del Departamento de Estudios Toxicológicos y ha sido confirmado por especialistas del CSIC."

Evidentemente esto me lo acabo de inventar, o no tan evidentemente, porque todos los días vemos mensajes similares en el correo electrónico o en las redes sociales, y si tanta gente los reenvía es porque se los creen. Vemos noticias llamativas de políticos que se descuelgan con declaraciones fuera de lugar, de conocidos escritores que dedican artículos a criticar lo que sea, o cartas abiertas de sufridos padres a políticos, al igual que mensajes de alerta sobre productos peligrosos en venta, sobre bandas de secuestradores de niños con furgonetas oscuras o niños que recibirán un céntimo por cada vez que reenviemos su foto sufriendo una terrible enfermedad. Y la gente los reenvía sin pararse a comprobar si son ciertos o no. Nos llega tanta información y tan rápido que nos podemos enterar instantáneamente de cualquier cosa que pase en el mundo, y debería ser más difícil que nunca engañarnos porque tenemos a nuestra disposición infinidad de medios con los que contrastar las noticias, y sin embargo, no perdemos cinco minutos en meternos en un buscador para ver si lo que nos están contando es falso. Basta con teclear los nombres que se indican en el mensaje y el buscador nos devolverá miles de enlaces a páginas serias, como periódicos digitales, o a páginas poco serias, como podría ser ésta, en la que los autores se dedican simplemente a copiar y transmitir el mismo mensaje inicial, lo que no le da ninguna veracidad a la noticia.

Yo al menos, cada vez que veo una noticia que me llama la atención y pienso que es o demasiado buena o demasiado mala para ser verdad, pierdo dos minutos en buscar diferentes fuentes, y si estas son de fiar, empiezo a creérmelo. Nunca hemos tenido tan fácil desenmascarar a los charlatanes y mentirosos y nunca hemos tenido tantas ganas de creernos lo que nos cuentan.

viernes, 9 de mayo de 2014

Manda huevos 27/04/14

Parece que ya sí que sí, que ya podemos decir que el paro, aunque tímidamente, empieza a bajar. Que el paro se reduzca en una persona, aunque sea una, es siempre mejor dato a que aumente en una, así que debemos estar contentos, aunque pongamos nuestros peros. Un pero es que algunas estadísticas de paro que tenemos, como la EPA, es una encuesta, como bien indica su nombre (Encuesta de Población Activa). Eso quiere decir que desde el INE (Instituto Nacional de Estadística) se dedican a preguntar por las casas y la gente contesta. Toman una muestra representativa del país de 65.000 familias y extrapolan los datos a toda la población. Todo con una metodología muy precisa sobre la que no se pueden poner pegas, pero que al ser una estimación y no un dato exacto tiene un error, y a veces el error es más alto que el propio dato de paro, es decir que pueden decir que el paro ha bajado en 50.000 personas, pero que el error es de 100.000 arriba o abajo, por lo que puede que sea al revés y que el paro haya subido. Aunque esto vale igual para cuando sube que para cuando baja el paro, así que no es un pero demasiado importante ahora.

Otro pero es que en el último año se han ido de España unas 400.000 personas, lo que sin duda ayuda a que baje el paro, porque los que se van lo hacen buscando un trabajo donde lo hay, que no es aquí.

Y el último pero que quiero poner es sobre el trabajo que estamos creando. En casi todas las empresas ha habido empeoramiento en las condiciones de trabajo, como bajada en los sueldos, aumento en las horas de trabajo sin retribución, menos días libres, peores horarios... y eso para los que han mantenido su trabajo, porque los que perdieron uno y consiguieron encontrar otro lo han hecho en condiciones mucho peores, como contratos según categorías profesionales inferiores, contratos cada vez por menos meses y por menos horas, aunque se trabajen las mismas, cambios constantes entre diferentes empresas de un mismo grupo para evitar antigüedad... O incluso obligando a los trabajadores a ser autónomos y sólo pagando por lo que trabajan, sin retribuir vacaciones ni enfermedades. Es decir, que hemos empeorado en nuestros sueldos con respecto a cómo estábamos en 2007 pero todo ha seguido encareciéndose estos años, y aun así tenemos que alegrarnos por encontrar trabajo, que siempre es mejor que el paro.

Ese es el futuro que nos espera porque es el futuro que estamos creando, pero claro, es la única forma que nos pintan de competir en este mundo tan conectado. Manda huevos.




miércoles, 7 de mayo de 2014

El lado soleado de la calle 26/04/14

Hace un tiempo ya dediqué un artículo a los nombres de las calles: Calle de la Iglesia, pero hoy tengo que dedicar otro. Y es que hay calles con nombres muy curiosos, y algunos además que limitan mucho. Es importante pensar bien si queremos vivir en una calle con nombre raro, porque del nombre dependen muchas cosas. No sólo tenemos que encontrar una casa baratita y que nos guste si no que debemos estar atentos a dónde se encuentra, porque luego tendremos que dar muchas explicaciones, y habrá cosas que podamos hacer o no. Al vivir en la Calle Una Acera es importante decidir también si queremos vivir del lado con acera o del que no, y supone tener que repetir la dirección un par de veces cada vez que la demos, además vocalizando bien. Podremos gastar bromas sobre la sexualidad de los vecinos sólo si vivimos del lado que no tiene acera, porque del lado de la única acera existente no podremos decir eso de "es de la acera de enfrente". Tampoco podremos cambiarnos de acera para huir de ese amigo tan pesado que tanto nos entretiene, nos veremos obligados a cruzarnos de frente, y ni si quiera podremos saludar con prisas desde el otro lado, con la excusa de no cruzar la calle. Al vivir del lado con acera los perros siempre vendrán a defecar a nuestra puerta, porque los dueños pasearán por allí, pero tendremos más fácil coger un sitio privilegiado desde el que ver los pasacalles o procesiones que circularán por el lado asfaltado, aunque también sufriremos esos coches aparcados sobre la acera mientras sus dueños hacen los recados. Lo peor es que al caminar por esta calle no podremos buscar el lado soleado, nos tendremos que quedar con el que nos toque.

Billie Holiday - On The Sunny Side Of The Street (En el lado soleado de la calle)



Leyes 25/04/14

Tenemos leyes para todo. Tenemos leyes que amplían otras leyes, que modifican otras leyes, que sustituyen a otras leyes. Lo tenemos todo completamente regulado para que no se nos escape nada y al final se nos escapan muchas cosas, porque no nos damos cuenta que no todo se consigue con una ley nueva, sobre todo porque una ley nueva siempre viene a sumarse a los otros miles que ya tenemos, y las importantes se diluyen entre las superfluas. En la Constitución ya se dice que todos los españoles tenemos derecho a trabajo y vivienda, algo que queda muy bonito escrito al sentar las bases de un país, pero que es imposible de cumplir, porque lo que no pensamos al escribirlas es que aplicar muchas leyes cuesta un dinero con el que no contamos o que preferimos dedicar a otra cosa. Otro ejemplo de eso es la Ley de la Dependencia, que es preciosa para levantar la pantalla del ordenador pero que el Estado no cumple por falta de fondos. A veces el lío viene por la variedad de leyes que tratan lo mismo pero son redactadas por diferentes administraciones, como en las relativas a la construcción y a urbanismo. Viene el Estado central y saca la suya, llegan las diferentes autonomías y adaptan ciertas cosas a sus necesidades y por último llegan los Ayuntamientos y les añaden lo que les interesa. En construcción hay cosas que son muy difíciles de comprobar si cumplen la ley o no, siendo a veces imposible, y me da la sensación de que lo único que se busca es la firma de un responsable que garantice el cumplimiento, alguien a quien ir a buscar en caso de problemas para que cargue con la culpa.

Lo veo como si llegado el caso descubrimos un incendio y no sabemos qué hacer primero: si llamar a los bomberos, tirarnos al suelo huyendo del humo, cerrar las ventanas, leer las instrucciones de evacuación y buscar la salida, las de uso del extintor para intentar apagarlo nosotros, buscar la alarma para que vengan a socorrernos... Está muy bien obligar a tenerlo todo tan bien señalizado y tener tantos medios, pero llegado el momento, en mitad de un incendio, a ver quién es el guapo que se para a leer las indicaciones y quién el que abre la ventana más cercana buscando aire. Sabemos qué es lo que debemos hacer, pero a veces hacer lo correcto es casi imposible. 

P. D. : Me manda la foto mi hermano Alberto, que no se si estaría pensando en lo mismo al ver esta maraña de señales. 

domingo, 4 de mayo de 2014

Desde la azotea 24/04/14

Desde la azotea se respira mejor el aire fresco que baja de la sierra. Las estrechas calles del pueblo no dejan pasar los coches ni tampoco el sol, por los que son frescas en verano, pero tampoco dejan sentir bien el aire puro. Aquí todo es tranquilo porque hay pocos coches, poca gente, pocos bares... Lo que significa pocos  ruidos y mucho descanso. Demasiado para los habitantes y suficiente para los visitantes. Las nubes que se mueven en el cielo y algunos pájaros que pasan y se posan en las antenas son los únicos motivos para pensar que estamos viendo la realidad y no una imagen fija. Los tejados se amontonan unos junto a otros y desde aquí arriba no se ve ni una acera de lo juntos que viven los vecinos. Es un pueblo tranquilo, de esos en los que cada vez hay menos niños y más ancianos, de los que llevan cuarenta años perdiendo población, de los que tienen calles con más casas vacías que ocupadas. De esos que la mayoría de los jóvenes sólo visita en vacaciones porque sus estudios o sus trabajos están en lugares más grandes y con más ruido. Desde la azotea veo un pueblo que si tiene suerte se convertirá en un museo con casas rurales que visitar los fines de semana, de esos que todos echamos de menos pero en los que pocos quieren vivir. 

Comida basura 23/04/14

Tenemos la idea de que hamburguesas y pizzas son comida basura, y yo digo que bueno, eso depende de qué hamburguesas, que pizzas y de dónde. Uno puede comerlas por ahí en algún sitio del que dude de la calidad, o en el que no se fie de la materia prima o de ingredientes desconocidos que pueda llevar, pero eso mismo puede pasar con unas albóndigas o una salsa. La pizza no es más que pan, tomate, queso y todo lo que se te ocurra poner encima, por lo que no es mejor ni peor que cualquier otra cosa que comamos. Y una hamburguesa hecha en una carnicería conocida, con carne de calidad bien aliñada, con un buen pan y un buen queso, a mí es de las cosas que más me gustan. Si esto es comida basura... 

En abril, aguas mil 22/04/14

Me da la sensación de que estamos perdiendo el uso de los refranes, o al menos yo los escucho cada vez menos. Y eso que tenemos un refranero casi infinito con una frase lapidaria adaptada a cada situación, porque nada queda mejor para cerrar una conversación y darla por finiquitada que soltar un refrán. Algunos no los llegamos a entender del todo, pero los soltamos sabiendo que el otro tampoco lo entenderá y se quedará callado. Un refrán sólo se puede combatir con otro, y hasta en eso tenemos un amplio catálogo. Diremos "A quién madruga, Dios le ayuda" cuando queramos que otro se levante temprano, y nos contestará "no por mucho madrugar amanece más temprano", porque no tendrá intención de hacerlo. Cuando tenemos grandes males, solemos anunciar grandes remedios, aunque estaremos rezando para que el remedio no sea peor que la enfermedad. A veces decimos que "la cara es el espejo del alma"  cuando lo que estamos pensando en realidad es que "las apariencias engañan". Por el mes en el que estamos toca decir "en abril, aguas mil", pero si alguien lo continua y me dice "y caben en un barril", yo al menos no se a qué atenerme.

sábado, 3 de mayo de 2014

Las cortinas 21/04/14

Las cortinas llevan dibujando la luz que entra en el salón ni se sabe cuánto tiempo. Posiblemente han anunciado más amaneceres que ningún reloj de la casa y que toda la dinastía de gallos que precedió al que hoy está en el corral. Al filtrar la luz entre sus bordados a mano los calca en las caras como velos invisibles, dando a las conversaciones un aire de confidencia y marcando las horas según se mueven sus dibujos de una pared a otra. Desde fuera son un muro que refleja el sol y desde dentro simple hilo que guarda el anonimato. Son un disfraz para ver sin ser visto, para conocer y esconder al mismo tiempo. Son la luz y la sombra de la casa, una luz pintada a mano. 

viernes, 2 de mayo de 2014

En casa 20/04/14

Hay muchos y grandes hoteles en los que se desviven por que estés relajado y cómodo, pero en ninguno se está como en casa. Hay restaurantes donde nos ofrecen exquisitos platos cuidadosamente presentados, pero en ninguno se come como en casa. Hay hospitales donde cuidarán de nosotros y harán todo lo posible para que nos recuperemos de nuestras heridas, pero en ninguno estaremos tan tranquilos como en casa. Tendremos más comodidades, comeremos mejor o nos darán más cuidados, pero necesitamos volver a casa para recuperar nuestra tranquilidad y nuestra vida, porque nada agradecemos más que estar entre nuestras cosas y entre los nuestros, y es por eso que como en casa no estamos en ningún sitio, aunque tengamos que salir de ella para darnos cuenta.




En la carretera 19/04/14

El otro día no me quedé tranquilo después de hablar de políticos y elecciones, así que hoy voy a seguir. Los políticos no son muy distintos del resto de nosotros por el hecho de ser políticos, y creo que sí son reflejo de la sociedad, lo que pasa es que ellos están en una posición de privilegio por la que pasa mucho poder y mucho dinero, y algunos se aprovechan de ello. No todos los políticos son así ni toda la sociedad es así, pero tengo claro que el que intenta aprovecharse de los demás lo hace siendo carnicero o siendo político, aunque en un político tiene más relevancia. Estamos cansados de ver empresarios que explotan a sus empleados, pero también empleados que se aprovechan de sus empresas, por lo que creo que la actitud va con la persona y no con su puesto. Con esto no intento quitarle importancia al asunto, porque además pienso que un político debe ser un servidor público, por lo que debería ser especialmente cuidadoso con su comportamiento, al igual que en la carretera. En la carretera todos debemos cumplir las leyes, igual el que lleva un Panda, que el que lleva un Ferrari o el que lleva un autobús cargado de pasajeros, pero el del autobús, como el político, además de cuidar de él y de los que vienen de frente, tiene la responsabilidad de velar por los que lleva detrás.