Hace un tiempo ya dediqué un artículo a los nombres de las calles: Calle de la Iglesia, pero hoy tengo que dedicar otro. Y es que hay calles con nombres muy curiosos, y algunos además que limitan mucho. Es importante pensar bien si queremos vivir en una calle con nombre raro, porque del nombre dependen muchas cosas. No sólo tenemos que encontrar una casa baratita y que nos guste si no que debemos estar atentos a dónde se encuentra, porque luego tendremos que dar muchas explicaciones, y habrá cosas que podamos hacer o no. Al vivir en la Calle Una Acera es importante decidir también si queremos vivir del lado con acera o del que no, y supone tener que repetir la dirección un par de veces cada vez que la demos, además vocalizando bien. Podremos gastar bromas sobre la sexualidad de los vecinos sólo si vivimos del lado que no tiene acera, porque del lado de la única acera existente no podremos decir eso de "es de la acera de enfrente". Tampoco podremos cambiarnos de acera para huir de ese amigo tan pesado que tanto nos entretiene, nos veremos obligados a cruzarnos de frente, y ni si quiera podremos saludar con prisas desde el otro lado, con la excusa de no cruzar la calle. Al vivir del lado con acera los perros siempre vendrán a defecar a nuestra puerta, porque los dueños pasearán por allí, pero tendremos más fácil coger un sitio privilegiado desde el que ver los pasacalles o procesiones que circularán por el lado asfaltado, aunque también sufriremos esos coches aparcados sobre la acera mientras sus dueños hacen los recados. Lo peor es que al caminar por esta calle no podremos buscar el lado soleado, nos tendremos que quedar con el que nos toque.
Billie Holiday - On The Sunny Side Of The Street (En el lado soleado de la calle)
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