miércoles, 21 de mayo de 2014

Sano y natural 09/05/14

Cuando escuchamos palabras como natural y ecológico, o el prefijo bio unido a otras y relacionadas con la alimentación, suponemos rápido que son alimentos más sanos, menos procesados, de más calidad, y en definitiva mejores si los comparamos con el resto, pero hay que tener cuidado, porque la realidad no siempre va asociada al nombre. Hace unos años el gobierno obligó a muchas marcas a eliminar las denominaciones bio de muchos de sus productos, sobre todo yogures y zumos, pues se demostró que no eran ni más naturales ni más saludables que el resto. 

A veces porque nos quieren confundir o directamente engañar, y otras porque confundimos churras con merinas, nos encontramos con cosas que no son lo que parecen, o que incluso pareciendo otra cosa, nos dicen que es la contraria, y me explico: si una parte fundamental de la leche es la lactosa, que se la quiten tiene que suponer algún tipo de procesado, por lo que deja de ser natural. Otra cosa es que a ciertas personas le siente mal la lactosa y que alguien se preocupe de quitársela, siendo más sano su consumo para esa persona, pero no más natural.

Está bien consumir productos naturales, pero está mejor saber si son realmente naturales o no. Eso es complicado, porque podemos terminar necesitando ver cómo cultivan los tomates o cómo se alimentan las vacas que nos darán la leche, y puede ser de locos. También tenemos que entender que no todo lo natural es sano, como no es sano comer medio quilo de tocino al día, por muy natural que sea. En definitiva, que como con todo en la vida tampoco podemos obsesionarnos, porque obsesionarse no es nunca sano, aunque sea natural. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario