España es un país de bares y un país de tapas y cada bar y cada tapa son un mundo. Hay bares en los que acompañan la bebida con unas tristes patatas de bolsa, otros en los que por cada bebida nos dan una tapa, aunque la bebida sea más cara, y otros en los que no ponen nada que no pidas, y eres tu el que decides con qué acompañar lo que bebes, pero sabiendo que lo pagas a parte. En Granada tienen fama de abundantes y en San Sebastián de exquisitas, además de llamarse pintxos en vez de tapas. En el norte las barras están cubiertas de comida y en el sur lo que se llenan son las terrazas. Hay donde es mejor comer sentado y donde es preferible acodarse en la barra, igual que hay bares de los que cuesta salir y bares en los que mejor no entrar. Los hay con nombres poco estudiados, como el del otro día, o con nombres que invitan a directamente a llenar el buche. Hay casi más bares que calles, y no estaría mal hacer una guía completa con los mejores de cada pueblo de España, una guía que hubiera que renovar cada año por añadir los que abren y quitar los que cierran. Yo me ofrezco voluntario a hacerla.
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