miércoles, 6 de noviembre de 2013

La vida en obras 05/11/13

Podemos comparar la vida con muchas cosas, pero hoy se me ocurre compararla con una obra. Planificamos nuestra vida, diseñamos proyectos para ella, la preparamos según queremos que avance, la intentamos construir a nuestro gusto y luego ella hace lo que le da la gana. Las obras son así. Tengo claro que es mejor estar lo más preparado posible. Bueno, no lo tengo tan claro, a lo mejor no es buena tanta preparación. Eso nos puede traer algún disgusto fuerte y alguna decepción importante, porque los cambios fuera de la planificación marcada suelen ser para peor. Vamos a levantar nuestra estructura y de pronto sube el precio del acero, y toda nuestra estimación económica se va al traste. Estamos colocando ladrillo sobre ladrillo y llega una crisis económica que nos manda a todos a casa. La vida es así. Soñamos nuestro futuro, pasamos la vida haciendo planes y llega la vida con sus propios planes y le importa poco que no coincidan con los nuestros. Le da igual dejar nuestra obra a medias, le da igual cerranos la obra y mandarnos a casa. Quizá tengamos la opción de retomar las obras, quizá no sea un cierre definitivo, a lo mejor ponemos las tejas antes de que se derrumbe todo, pero ¿para qué tanta planificación si todo cambia de un momento a otro?. Muchas veces recurro a tópicos para llenar esta página, pero si lo hago es porque veo que no por ser tópicos dejan de ser ciertos. Hoy recurro al mayor de los tópicos: disfrutemos de los nuestros y de la vida como si no hubiera mañana, antes de que llegue el destino y nos cierre la obra.


No hay comentarios:

Publicar un comentario