miércoles, 23 de octubre de 2013

El truco de la gallina 22/10/13

Un pájaro en una casa siempre da mucha alegría. Ellos se empeñan en cantar de la mañana a la noche y con su canto una casa parece estar más viva. Llevamos siglos seleccionando los de mejor canto o más bonitos colores, por ejemplo con los canarios, que son de las especies más comunes en nuestras jaulas. Aun así cada vez se oyen menos en los patios de vecinos, porque cada vez pasamos menos tiempo en casa o porque preferimos la compañía de otros animales más juguetones como perros y gatos. Hay quien es más práctico y piensa que ya que tiene que alimentar un huésped y ocupar espacio en casa, que al menos saque algún rendimiento económico. Un huevo fresco de vez en cuando bien vale un poco de alpiste por las mañanas, así que ¿por qué no tener una gallina en casa? No tendrán un canto tan bonito como los canarios, pero no hay nada más bonito que un huevo frito en mitad de un plato de patatas, así que el cambio compensa. 

Están de moda los huertos urbanos y cultivar tomates en las macetas de la terraza, así que supongo que tampoco estará mal tener un gallinero en casa, aunque a ver dónde lo ponemos. Cuando nos volvimos urbanitas y escapamos del campo, dejamos todas estas labores en manos de otros y nos centramos en trabajos de ciudad con los que ganar dinero, entre otras cosas, para comprar tomates y huevos. Ahora hemos descubierto que teniendo un huerto podemos dedicar parte de nuestro tiempo libre a trabajarlo y ahorrar en la cesta de la compra. Esta vida siempre es de ida y vuelta. Todo tiene un precio, y muchas veces olvidamos que el tiempo y el trabajo también lo tienen, ya sea el nuestro o el del agricultor, y dedicar el tiempo y el trabajo a una cosa es descontárselo a otra. De todas formas si preguntamos a nuestras visitas si prefieren ver el último truco que ha aprendido nuestro perro, o un comer un buen huevo frito de nuestra gallina, creo que tendrán la decisión clara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario