sábado, 28 de diciembre de 2013

El invierno por los suelos 21/12/13

Hoy ha llegado el invierno y se ha desparramado por el suelo. Caminando por la calle uno se daba cuenta de que era así aunque no se hubiera enterado de que empezaba hoy. Las calles tenían más luz que de costumbre ya que el invierno había esparcido espejos por el suelo en forma de charcos. Lluvia formando espejos que había que esquivar constantemente y charcos que reflejaban luces que ahora sí que alumbran la Navidad. Paraguas que se cruzan en todas las direcciones, gente con prisas de puerta en puerta, zapatos dejando huellas húmedas en las tiendas, abrigos un poco más cerrados que ayer, bolsas rebosantes de compras, guantes, bufandas y pañuelos en los bolsillos. Hemos ido sacando los pertrechos para combatir el frío y la lluvia y parece que ya los vamos a guardar poco. Aunque hay inviernos e inviernos y el de Málaga no es de los peores. Acostumbrado a las heladas mañaneras de Badajoz, a la espesa niebla que llega del Guadiana y no levanta hasta el mediodía, a los charcos helados que sí son verdaderos espejos, a buscar el coche con una botella de agua bajo el brazo para derretir la helada de los cristales y a las camisetas interiores térmicas, un diciembre en Málaga es para ir a la playa. Cualquier día que esté despejado se puede disfrutar en mangas de camisa a media mañana. Esto no es invierno aunque lo llamemos así igual que el invierno de Badajoz no lo es para alguien de Burgos. Al menos ha llovido algo después de un otoño seco como pocos. El agua viene a limpiar nuestras calles, a desempolvar el ambiente, a hacer crecer nuestras plantas y permitir estrenar a los niños las botas de goma que el año que viene serán pequeñas. ¿Quién no ha disfrutado saltando en los charcos y llegando a casa con más agua dentro de las botas que fuera? Los niños de hoy también tienen derecho a hacerlo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario