No suelo hacer referencia a noticias concretas que suceden, pero creo que hoy merece la pena una pequeña mención.
Ayer falleció Nelson Mandela y a estas alturas llevamos muchas horas de programación en medios comunicación que nos han resumido su vida una y mil veces, destacando sus actos más reseñables en una vida larga y ejemplar, así que poco se puede añadir. No descubro nada si digo que Mandela es un ejemplo que todos deberíamos tomar en muchos momentos de nuestra vida. Luchó por la libertad de un pueblo oprimido, perdió la suya pasando casi treinta años en la cárcel por esa lucha y cuando salió hizo todo lo contrario a lo que haríamos cualquiera: perdonó a los que le privaron de libertad. No sólo eso, si no que cuando consiguió llegar a presidente de su país hizo todo lo posible por unir a los que habían sido oprimidos con los opresores, demostrando que no sólo le importaba defender a los negros como él, si no unir al país igualando los derechos de todos. Hoy Sudáfrica sigue siendo un país en el que existen muchas diferencias entre ricos y pobres, y la mayoría de los pobres siguen siendo negros, pero los resultados no son fáciles de ver en tan poco tiempo.
Mandela nos enseñó muchas cosas que deberíamos tener muy presentes. Entre otras a perdonar y que es mejor estar unidos que separados y enfrentados. Hasta un león como él supo que era el momento de dar la mano y no de dar un zarpazo.
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