Escucho muchas veces la expresión: "ya no hacen casas como las de antes", dentro de la impresión generalizada de que cualquier tiempo pasado fue mejor, expresión con la que no puedo estar más en desacuerdo en la mayoría de los casos. Como en tantas otras cosas comparamos sólo lo bueno que recordamos con sólo lo malo que vemos ahora, y ocurre como con la expresión: "vivimos en un país tercermundista", que empleamos cuando se colapsa una autovía, un aeropuerto o cuando tardan más de la cuenta en hacernos una radiografía en un hospital, y no nos damos cuenta que en el tercer mundo no hay autovías, y los lugareños no han visitado nunca un aeropuerto o una sala de rayos x. A lo que iba, que decimos muy a la ligera que las casas de antes eran mejores que las de ahora, sólo porque las de antes tuvieran gruesos muros que guardaba mejor del calor y a las de ahora les entra humedad por la ventana. No nos acordamos, que en muchas casas no había baño hasta hace cuatro días, que muchas habitaciones no tenían ventanas a la calle, si no una puerta a otra habitación, que en muchas las escaleras eran estrechas y empinadas, que había suelos en los que no se podía quedar quieta una pelota, o que los gruesos muros a parte de mantener fresca la casa a veces las mantenían también muy húmedas. Es cierto que en la construcción ha habido mucho pirata suelto que no ha hecho bien su trabajo y que se lo ha llevado calentito, pero que haya casas que no se hayan construido como se debía no significa que sean peores que las de antes, y el que no esté de acuerdo que visite la mayoría de las casas de más de cuarenta años, a ver si están bien construidas o no, y no me refiero a que estén viejas por la edad, si no bien construidas. Yo estoy cansado de visitar casas, y una ventana con humedad se sella, pero un forjado desnivelado...
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