Cuando era niño vivía en unos bloques algo aislados del resto la ciudad, y estábamos acostumbrados a recibir las visitas de muchos vendedores a los que reconocíamos por la bocina de sus vehículos. Cuando no estábamos en el colegio, los niños nos arremolinábamos junto a sus coches y junto a nuestras madres, que hacían la compra en la puerta de casa con sus bolsas de tela. Venía el camión del butano, el panadero, que creo recordar que también traía huevos, el lechero, que traía leche fresca en bolsas de plástico, y hasta un vendedor de pescado en una moto. Es difícil encontrar ahora un vendedor de pescado a domicilio, y es que en treinta años han cambiado muchas cosas, entre otras los controles sanitarios a los alimentos. Hay lugares donde siguen llevando el pan y la leche, pero con los precios que tienen en los supermercados en poco rentable el reparto a domicilio. El butano nos lo siguen trayendo a casa, aunque cada vez hay más calentadores eléctricos, más depósitos y más gas ciudad. En cambio ahora hay más empresas de paquetería que llevan y traen todo lo que se vende por internet, ya sean objetos de segunda mano que nos vendemos unos a otros o cualquier otra cosa que compramos por internet, que cada vez son más. Es curioso como cambian ciertas cosas de una forma que no acertamos a predecir, por que a mi no se me habría ocurrido pensar que iba a preferir ir a hacer cola al supermercado antes esperar a reconocer la bocina del panadero por la ventana. Tampoco que algún día iba a comprar un teléfono móvil por internet sin verlo o tocarlo antes, ni si quiera que iba a tener un teléfono que llevar en el bolsillo, y que habría algo parecido a internet. Por contra hay cosas que cambian para volver a lo mismo más tarde, como las bolsas de tela con las que comprábamos hace treinta años, que abandonamos porque nos regalaban todas las de plástico que necesitásemos y que volvemos a usar ahora porque el plástico contamina mucho. Quién sabe, lo mismo a alguien se le ocurre vender pescado por internet y nos lo manda a casa en neveritas directo desde la lonja, ya no me sorprendería nada.
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